Escribe un ensayo sobre los narcisos.
Lo primero que me llamó la atención fueron las elegantes flores. Hay flores y huesos en ciernes, cuyos pétalos se abrazan con fuerza, como una casa de flores verdes. Debe haber una hermosa hada viviendo dentro, soñando dulces sueños. Algunas están en capullo y sus pétalos están reunidos alrededor del centro de la flor, como campanillas de viento, como si estuvieran tocando una hermosa pieza musical. Hay flores en plena floración y los pétalos de estas flores están estirados al máximo. Cada pieza es como un pequeño corazón de melocotón blanco y seis pétalos forman una flor, como la cara blanca de un hada. En el medio de la flor hay un núcleo de flor dorada, como una exquisita copa de vino pequeña. También hay "pequeños frijoles dorados" en la copa dorada, que son los estambres del narciso.
Debajo de estas hermosas flores se encuentran unas hojas delgadas. Son planos y planos, con puntas verdes. Cuanto más claro es el color, más tierno es el verde del fondo. Son como los delgados brazos de jade de un hada.
Más abajo se encuentran los tallos de los narcisos. Parece un ajo, con siete u ocho "cabezas de ajo" abrazadas, como una familia unida. Algunas "cabezas de ajo" tienen rayas amarillas, como si tuvieran moho. Aunque parezcan estúpidos y feos, entregan nutrientes a las hojas y flores en silencio.
A través de los huecos de los tallos, vi raíces blancas. Son muy delgados, como abanicos empapados por mi madre, densamente enredados en el agua, y como muñequitos traviesos, apretujados en el agua, tratando de romper el plato de porcelana y ver el mundo exterior. Algunos "muñequitos" no pudieron evitar sentir curiosidad y estiraron sus cabecitas para mirar hacia afuera.
Mira este narciso, ¡parece un hada preciosa! Recordé el poema: "La corona amarilla tiembla, lo cual es lamentable, y la ropa es brillante y colorida". Los narcisos son como el hermoso rostro del hada, y las hojas son como la falda verde del hada. Siempre que sopla la brisa, ella baila. Con la leve fragancia en el viento, me siento como si estuviera en un país de hadas. Me gusta mucho este narciso.