Ensayo argumentativo sobre el entrenamiento militar.
La vida de entrenamiento militar de siete días es como una sinfonía emocionante. ¡La amargura y la alegría constituyen su tema principal, digno de recordar e inolvidable!
La disciplina férrea y el entrenamiento estricto son nuestro entrenamiento militar. Seguimos entrenando aburridos, a veces parados al sol, sintiéndonos débiles y mareados, con los ojos blancos. Cada entrenamiento es un bautismo de sudor y cada día de la vida es una lucha de fuerza de voluntad. Pero por muy duro y agotador que sea el entrenamiento militar, lo superaremos. Este tipo de voluntad férrea está por todo el campo de entrenamiento militar.
El sol ardiente quema la tierra sin piedad, pero incluso si el sol es feroz, sudamos profusamente en el patio de recreo y practicamos de todo corazón. Esto me recuerda un dicho: El sol es cruel, pero lo que es más cruel que tú es nuestra férrea perseverancia. Sí, el trabajo duro siempre da sus frutos. Mira esa acción. Aunque no es tan estándar como un soldado, todavía tiene un aspecto masculino. Esta es la inevitabilidad de nuestros esfuerzos y recompensas. Esta es una flor regada con sudor que florece con éxito.
Cuando llegamos, todos estábamos deseando que llegara. Después de todo, era la primera vez que asistíamos a un entrenamiento militar formal y estricto. Pero cuando empezamos a entrenar, los estrictos requisitos de movimiento dificultaron la adaptación de nuestros cuerpos que carecían de ejercicio, y nos dolían las piernas en una tarde. Estábamos un poco conmocionados y queríamos rendirnos, pero superamos nuestra debilidad y persistimos. Dos días después, nos adaptamos un poco a la vida de los soldados y adquirimos una nueva apariencia: no solo éramos físicamente más fuertes y más enérgicos, sino que nuestra voluntad también era más fuerte y cada uno de nosotros tenía una perseverancia de acero. Esto es de gran importancia para nuestros tres años de estudio y vida.