Reflexiones después del entrenamiento militar
Mira los pasos ordenados y escucha la voz fuerte. Nosotros, los estudiantes de primer año, llegamos al lugar de entrenamiento militar. Mi corazón se llenó de admiración por los soldados y de fantasías sobre la vida del entrenamiento militar. Aunque también he realizado entrenamiento militar, me siento un poco nervioso cuando pienso en el próximo proyecto de entrenamiento militar, pero nunca pensé en dar marcha atrás. Somos como flores en un invernadero que nuestros padres han mimado desde la infancia. Nunca hemos experimentado ninguna dificultad. El entrenamiento militar es una buena oportunidad para agudizar nuestra voluntad.
En los últimos días de entrenamiento militar, practicamos organizar las tareas domésticas, detenernos y girar, caminar al paso y dar patadas hacia adelante. Cada día fue muy gratificante. El sol abrasaba como el fuego, pero no elegí rendirme. El viento era cortante y frío, pero no elegí rendirme. Aunque mi garganta estaba hinchada y dolorida, todavía no elegí hacerlo. abandonar. Escuchando a los instructores hablar de lo que pasó durante su entrenamiento, el sufrimiento que sufrimos no fue nada comparado con ellos, fue simplemente insignificante. No tengo motivos para no entrenar duro, no importa lo duro o cansado que esté, lo superaré si aprieto los dientes.
El entrenamiento militar me permitió comprender cómo entrenaban mis ex mayores y mis hermanas. Profundizó la amistad entre nuestros compañeros y me hizo crecer mucho. Han pasado siete días y el cielo no está tan oscuro como el primer día. Junzi no parece tan cansado y el dolor en sus piernas no es tan insoportable. Han pasado siete días y el teléfono móvil no parece. ser tan adicto. Es la primera vez que siento tanta nostalgia, fue la primera vez que sentí que el agua sabía tan bien, y también fue a través de esto que me di cuenta de lo triste que era no poder cuidarla. mí mismo.
El entrenamiento militar no es algo fácil, pero sí algo feliz. En el dormitorio, hablamos de los esfuerzos y logros de hoy juntos, e imaginamos el mañana juntos; durante los siete días, nos conocimos y caminamos hacia el mundo de los demás juntos, gritamos el clarín juntos y todos; aquí en todas partes Deja nuestras huellas en cada rincón. Gracias a los instructores y profesores. No podemos pagarles a cambio. ¡Utilizaremos la actuación final para demostrarles los esfuerzos que hemos hecho en estos 7 días!