"El viento frío" de Liu Liangcheng.
Cuando éramos jóvenes, siempre hacíamos alarde de la vitalidad de la juventud. No sabíamos lo frío que era el mundo y no sabíamos lo grandes que eran las dificultades y los reveses. Incluso si hay un callejón sin salida por delante o no hay un futuro brillante, siempre seguimos adelante con curiosidad.
Liu Liangcheng, de catorce años, como todos los jóvenes, no sabe nada sobre el peligroso mundo, es indiferente a las relaciones humanas y está lleno de expectativas y anhelos por la vida. Me pregunto cómo se sintió el autor de 30 años cuando escribió un pasaje así. Un niño de 14 años se rompió un hueso en la pierna mientras acarreaba leña para el invierno, pero a su padre solo le importaba si la leña que traía era suficiente para el invierno, pero no le importaba la salud de su hijo. Esto no tiene nada que ver con la débil relación entre padre e hijo, sino porque los humanos están en el frío para sobrevivir, y no hay nada lejos, y no pueden cuidar de...
Es realmente triste. A esa edad tuve que aprender a enfrentar el viento frío y usar mis escasas fuerzas para luchar contra el invierno. ¿Aprendió a resistir antes de que la vida comenzara a florecer? A sus 14 años, la autora sabe ocultar la calidez. ¿Qué clase de tristeza es esta? ¿Es porque es demasiado joven para envejecer?
Creo que cada uno tiene su propio frío en invierno. "Ninguno de nosotros puede ayudar a nadie." Nuestra ayuda a los demás es siempre una gota en el océano. En nuestras vidas tenemos que soportar el invierno solos.
Se acerca el invierno, busca algo lo suficientemente abrigado a lo que agarrarte.