Como madre, ¿cómo debemos educar a nuestros hijos cuando nos enfrentamos al período rebelde de su hijo?
Se dice que los padres son los mejores maestros de sus hijos. Los padres desempeñan un papel irremplazable en la educación de sus hijos. En una época en la que los hijos únicos son mayoritariamente mimados y mimados, en la que muchos niños entran en la etapa rebelde, sus padres no pueden controlarlos y se convierte en un dolor de cabeza. No hay fin, especialmente para los chicos traviesos. Entonces, ¿cómo deberían educar a los niños los padres rebeldes? Los padres deben estar de buen humor, comunicarse más con sus hijos, no pelear con sus hijos, no objetar y dejarse llevar cuando sea apropiado. No sujetes demasiado a tu hijo.
2. Los padres deben tener una actitud correcta.
Enfrenta el comportamiento anormal de tu hijo, deja de aferrarte a ti y prepárate completamente. No se trata de alienarte o de no besarte, sino de que él quiera seguir su propio camino. Necesitamos pensar desde la perspectiva de los niños, no desde la perspectiva de los padres.
3. Dominar los métodos de comunicación correctos.
Comuníquese con sus hijos como un amigo y deje que los padres del género apropiado o sus familiares y amigos favoritos desempeñen el papel principal de comunicación. Comuníquese con sus hijos en igualdad de condiciones y no utilice un tono interrogativo o educativo.
4. Pide la opinión de los niños.
Escucha sus opiniones e ideas, aunque sean erróneas, no te apresures a negarlo y oriéntalo para que mire el problema desde otra perspectiva.
5. Para los niños adolescentes, no impongas demasiadas restricciones, solo capta la dirección general. ?
Durante este período, son impulsivos y sólo admitirán que creen que tienen razón. Por eso debemos orientar correctamente sus valores y darles algo de espacio. Cuando los padres se encuentran con el período rebelde de sus hijos, primero deben reflexionar sobre si su comportamiento les ha dado a sus hijos adolescentes algunas orientaciones y sugerencias equivocadas, y luego establecer una buena relación entre padres e hijos con sus hijos. Lo mejor es permitir que uno de los padres tenga un diálogo libre y regular con el niño para que pueda liberarse de sus defensas internas. Respete al niño, comprenda al niño y déle suficiente espacio. La rebelión no es terrible.