Una composición de una escena primaveral escrita como poema en prosa tiene un subtítulo.
El cielo está despejado. La señorita Chun entrecerró los ojos al sol. Las nuevas hojas verdes y la niebla y el humo en los campos son como su ropa. Con su ritmo primaveral, la hierba verde se abre paso a través del suelo, manteniéndose casi de pie. La brisa primaveral se fue alegremente y luego apareció de nuevo. Era tan delgada como el pelo de una vaca y cayó del cielo. Su llegada hizo muy feliz a la gente. La lluvia primaveral es como miles de agujas, cosiendo fuertemente el cielo y la tierra, golpeando el suelo y salpicando agua hermosa. El tiempo es como una rueca. El otoño ha pasado. Se acabó el invierno. El Dios de las Cuatro Primaveras llegó feliz. Las mariposas vuelan en grupos, los pájaros cantan en grupos y diversas flores florecen en las copas de los árboles. En ese momento, los países del sur con cloro y fluoruro ya no podían soportar la fuerte vitalidad.
Ah, “El plan de un año está en la primavera”, que simboliza decir adiós a lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo, un nuevo comienzo. En este vibrante mundo primaveral, todo es tan hermoso y hay tantas cosas hermosas que ni siquiera puedo conservarlas. ¡Quizás sólo apreciando la belleza podamos mantenerla en nuestros corazones para siempre! Caminé bajo la luz primaveral y una hoja joven de hierba que acababa de brotar flotaba en el viento. Lo recogí lenta y cuidadosamente, observando atentamente y contando las delicadas texturas. Me pareció ver el misterio y la profunda connotación de la naturaleza. Cogí una piedra y la golpeé suavemente. Me parece escuchar el sonido de antiguas erupciones volcánicas y el eco retumbante del tiempo...
Es la primavera la que me hace comprender los cambios del tiempo; es la primavera la que me hace comprender el ciclo de la vida; es la primavera la que me enseña cómo aprecio y valoro la belleza. ¡Es la temporada para que todos los árboles compitan! De pie majestuosamente en el horizonte lejano, ya no es el frío invierno. Las hojas viejas no tienen por qué proporcionar refugio ni hacer un trágico sacrificio para proteger el árbol durante el invierno. Aquí, incluso en invierno, el sol brilla como el oro, la lluvia es cálida y abundante y hay nutrientes inagotables bajo la superficie. Wanmu soñaba con su felicidad en la brisa. ¡La luz primaveral me permite ver la esperanza eterna e ilumina mi camino a seguir!
El artículo procede de "Short Literature Network"