Los asentamientos tradicionales son el resultado de la interacción entre cosas en períodos históricos.
El entorno natural desempeña un papel importante a la hora de restringir la formación y el desarrollo de asentamientos, como el terreno, las condiciones climáticas, los recursos hídricos, etc., lo que afectará a la elección de lugares residenciales y formas arquitectónicas por parte de las personas.
Las actividades humanas son los factores clave que determinan la forma y función de los asentamientos. El tamaño de la población, el nivel de productividad, los métodos de producción y la herencia cultural tienen un profundo impacto en la formación de los asentamientos.
Por lo tanto, los asentamientos tradicionales son producto de la interacción entre el entorno natural y la sociedad humana, reflejando la capacidad de los seres humanos para adaptarse y transformar la naturaleza y las características de la herencia cultural.