Si me pidieran nuevamente que escribiera una composición para estudiantes de primaria.
Han pasado seis años en un abrir y cerrar de ojos, como una gota de agua en la punta de una aguja cayendo al mar. Mis días gotean en la corriente del tiempo. No había ningún sonido ni sombra y comencé a sudar y llorar.
Lo pasado ya pasó, y lo que está por venir vendrá. ¡Qué prisa! Recuerdo que cuando era estudiante de tercer año en la universidad, la maestra nos enseñó a leer y el sonido de la lectura resonaba en el campus. ¡Qué tiempo tan maravilloso! Si pudiera volver a los grados inferiores, cuando mi mente estaba llena de inocencia, después de clase, jugaría con mis compañeros e iríamos a clase juntos. El profesor de chino escribirá claramente en la pizarra, enseñándonos a amar la patria y a estudiar mucho. La profesora de matemáticas escribió una fórmula de multiplicación en la pizarra para enseñarnos a amar la ciencia y estudiar mucho.
Cuando estaba en la escuela secundaria, las mentes de mis compañeros se volvieron algo maduras y se convirtieron en estudiantes animados y activos. El aula se ha convertido en un mundo donde los estudiantes hablan. Cada uno tiene sus propios conocimientos únicos y los estudiantes expresan sus opiniones y absorben conocimientos. Los sonidos del habla, la risa y la tiza formaban una sinfonía armoniosa. En el patio de recreo, los estudiantes hacen ejercicios vigorosos. Todos sudaban profusamente. Pero sigue sonriendo.
En el último año de secundaria, los estudiantes perdieron su vivacidad y picardía anteriores. El aula se ha convertido en un mundo donde los estudiantes hablan y pelean, y todos hablan. Después de clase, reímos, peleamos, peleamos y perseguimos, formando una alegre sinfonía. Estoy estudiando con nerviosismo y alegría. Las cuatro estaciones del año son como cuatro cuadros, cada cuadro muestra un significado diferente. Todo el mundo tiene un grado inferior a un grado medio, y un grado medio a un grado superior, hasta la graduación. * * * Ha pasado por seis años de primavera y otoño. De la inocencia a la madurez, si pudiera volver a ser estudiante de primaria, estudiaría mucho, estudiaría y jugaría con mis compañeros. Pasa felizmente seis años de escuela primaria.
Ahora han pasado seis años y estoy a punto de graduarme. Quiero decir con nostalgia por mi alma mater: "Alma mater, me has criado durante seis años. Te amo, mi alma mater".