¿Qué es lo que más extrañas, la vida en la escuela secundaria o la vida universitaria?
En el instituto estudiaba y jugaba con mis compañeros y amigos. Todo el mundo puede tener pasatiempos fijos, por eso no puedo llevar mi teléfono móvil a la escuela, por lo que muchos hábitos de vida son buenos. Corría y jugaba baloncesto juntos, e incluso me sentaba en grupos en las escaleras. No tengo nada que decir. Siempre extraño charlar durante el autoestudio nocturno; cantar con mis compañeros de clase por la noche; cuando alguien está enfermo, todo el dormitorio lo acompaña fuera de la escuela; extraño el momento en que todos traían sus teléfonos móviles a la escuela y jugaban juntos al Rey de Reyes; en el aula; y hay vacaciones de verano y vacaciones de invierno, y tiempo para viajar juntos................................. ....................................................... ........................ ................................ .................................... .....
Cuando Fui a la universidad, sentí que mi vida no era plena y pasaba más tiempo sola. Aunque esto significa que tengo más tiempo libre, personalmente prefiero ser más animado que ser un nerd que lee libros todos los días y no tiene con quién hablar. Los cinco que estamos en el dormitorio jugamos juegos diferentes y tenemos pasatiempos diferentes. Han estado juntos durante cuatro años y tienen una relación profunda, pero todavía no son tan cercanos como sus compañeros de secundaria. Lo que más me impresionó fue la preparación para el examen, lo cual realmente me deprimió mucho. Levántate puntualmente para comer todos los días y acude a la sala de estudio al mediodía. La única diversión es jugar baloncesto por la tarde. En ese momento, sentí que por mucho que estudiara, no podía romper mi cuerpo y reprobar el examen (¡finalmente aprobé el examen de posgrado!). Por la noche sigue igual, darte una ducha y leer antes de acostarte. También hay personas y cosas que me impresionaron profundamente en la universidad, concretamente los dos chicos guapos que jugaban baloncesto conmigo. Después de solicitar ingreso a la Universidad Central Sur, me pusieron inyecciones de sangre de pollo todos los días, lo que me motivó a prepararme para el examen. Aunque no fueron a la misma escuela, ambos emprendieron el camino de la escuela de posgrado. ¡Conocerlos es la cosa más afortunada en la universidad!
Tal vez sea porque he crecido. Me siento más solo que en la escuela secundaria, careciendo de la alegría de la infancia y aumentando el sentido de responsabilidad adulta.