La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos sobre estudiar en el extranjero - Historias de alumnos de primaria que encarnan el patriotismo, la dedicación, la responsabilidad y la amistad.

Historias de alumnos de primaria que encarnan el patriotismo, la dedicación, la responsabilidad y la amistad.

Un cliente entró en un taller de reparación de automóviles y afirmó ser conductor de una empresa de transporte. "Escribe más en mi factura.

Solicita algunas piezas y, cuando regrese a la empresa para reembolsarte, tendrás beneficios", le dijo al dueño de la tienda. Pero el dueño de la tienda rechazó tal petición. El cliente molestó y dijo: "Mi negocio no es pequeño. Vendré aquí a menudo. ¡Definitivamente puedo ganar mucho dinero!". El dueño de la tienda le dijo que esto era imposible. El cliente gritó enojado: "Cualquiera puede hacer esto. Creo que eres estúpido". El comerciante estaba muy enojado y le pidió al cliente que se fuera inmediatamente y discutiera el negocio en otra parte. En ese momento, el cliente sonrió y tomó la mano del dueño del automóvil con admiración: "Soy el dueño de esa empresa de transporte. He estado buscando un taller de reparación fijo y confiable. ¿A dónde más pueden dejarme ir para hablar de este negocio? "

Ante la tentación, no me siento desconsolado ni confundido por ella. Aunque es tan sencillo como las nubes y tan simple como el agua que fluye, le da a la gente una sensación de montañas y mares profundos. Este es un personaje que brilla: la honestidad. Cuando un adolescente intentó robar, fue descubierto por una niña acostada en la cama. Sin embargo, la niña no llamó a la policía, sino que fingió no saber que era un ladrón y lo invitó calurosamente a charlar con ella. Se lo pasaron genial charlando. Antes de que el niño se fuera, la niña le tocó una pieza en su violín Amati y luego le dio el piano al niño. Más tarde, cuando el niño fue a buscar a la niña, ella ya había muerto de cáncer de huesos. En su lápida azul estaba grabado "Dad bondad a este mundo, para que yo sea feliz". El chico ha cambiado desde entonces. Encontró su autoestima en la pobreza y el sufrimiento, ¡y en su corazón ardía un fuego furioso para superar la adversidad! Con el tiempo, el niño que alguna vez fue se volvió útil.