El espacio libre para el ensayo debe ser de no más de 1000 palabras.
En la imagen sólo hay una mano, la mía. El fondo ya no es el mar, sino la arena amarilla sin vida. La escena comenzó a pasar por mi mente: sostenía mi teléfono en una mano y un puñado de arena en la otra. La arena seguía deslizándose por los espacios entre mis dedos mientras la sostenía cada vez más fuerte. Finalmente ya no me quedaba mucha arena para agarrar. Había una mueca de desprecio en la comisura de su boca, que era indiferente e impotente al mismo tiempo. En ese momento, me quedé mirando la pantalla que se había detenido en silencio, y luego cerré los ojos... Parecía estar sonriendo así...
Tenemos algunas personas y cosas, pero la vida es No es interminable. El mar puede contener innumerables cantidades de arena. La vida puede ser tan grande como la palma de tu mano, por lo que hay mucho que podemos captar. No importa cuánto luches, cuanto más fuerte sea tu agarre, más se desliza entre tus dedos. Así, la fina arena pasó por el pequeño hueco. No poder conservarlo o dejarlo ir sólo añadirá tristeza al recuerdo cada vez más reducido. Esos son recuerdos que flotan en el pasado, y cuando caen en la playa, nadie, nadie, puede recuperarlos nuevamente. Pero esta desaparición es inevitable. La naturaleza parece el viento del otoño que barre las hojas caídas y nadie puede detenerla. Quizás, debería haber sido así... Recuerdo por qué me reí así, esa sonrisa triste...
No es que quiera demasiado, sino que la vida me da muy poco.
Ya que no puedes conservarlo, ¿por qué no dejarlo ir? Pero ¿por qué hay espacios entre los dedos?
Ante la brecha en la vida, sonreí con tristeza pero con calma, y lentamente aflojé mi agarre. Es hora de dejarlo ir...dejarlo todo ir.
La brisa del mar es fresca, el cielo es azul y el agua está fría. Metí mi mano en el mar y en mi mano había arena. Quería ponerlo en el fondo del mar y dejarlo ir a la deriva con la marea, pero me salió el tiro por la culata. Todo sigue en mis manos y nada ha pasado. La vida siempre es tan casual... Tal vez, lo olvidé... los espacios entre la arena. Cuando el mar lo llena, el vacío en la vida lo contienen las emociones como el agua. Lo que tenemos ya no es sólo una palmera, sino un océano que puede albergar cientos de ríos y tragarse el sol y la luna. Su inmensidad, su capacidad es inconmensurable...
Porque el mar es perfecto...