¿Qué parte de la carne es mejor elegir a la hora de hacer albóndigas?
A la hora de hacer albóndigas, la carne que elegimos preferentemente es medio hecha y media en grasa. Para carnes magras, lo mejor es elegir carne de pata delantera, porque el sabor de la carne de pata delantera es más potente, y nos quedamos bien. Al preparar la carne, ¿por qué a la hora de rellenar debemos añadir una cantidad adecuada de grasa? Hay dos razones principales:
Primero, la grasa añade sabor a las albóndigas terminadas.
La segunda es que es más probable que los rellenos de carne con carne grasa se "peguen" cuando los revolvemos, y las albóndigas hechas con este tipo de rellenos de carne no se deshacen fácilmente después de la cocción.
Además, si no puedes comprar carne de pata delantera, también puedes utilizar carne magra de otras partes, como el solomillo. En definitiva, la elección de la carne magra no es tan importante. El sabor de las albóndigas tiene mucho que ver con cómo se hacen. Una parte muy importante es remover el relleno de carne. El proceso de revolver el relleno de carne es en realidad el proceso de cargar de energía las albóndigas. ¿Qué tiene que ver el sabor de las albóndigas con esta operación?
Además, el sabor de las albóndigas también tiene mucho que ver con el agua que le añadimos. Al preparar el relleno de carne, es mejor sustituir el agua que se va a agregar por la misma cantidad de partículas de hielo, ya que la baja temperatura puede hacer que la carne quede más firme.
La receta para hacer albóndigas incluye 30g de harina de tapioca, 5g de maicena, 2g de pimienta blanca, 5g de pollo en polvo, 5g de esencia de pollo, 12g de sal, 10g de salsa de soja, 5g de aceite de sésamo, 2,5g de levadura en polvo, 2,5g bicarbonato de sodio, 260 g de partículas de hielo.
Por último, si quieres ahorrarte problemas a la hora de hacer albóndigas de cerdo, puedes moler directamente la panceta de cerdo hasta convertirla en relleno de carne, y lo mejor es elegir panceta de cerdo grasa y fina, no elijas el tipo con panza de cerdo desigual. proporción de grasa y fina, lo que afectará el sabor de las albóndigas.