Admirando tu trabajo en la niebla.
Una densa niebla le recordó al autor, que vive en una ciudad bulliciosa, el campo en el centro de Hebei donde una vez vivió. Porque el paisaje en la niebla es tan hermoso: la niebla blanquea los pajares, los aleros y el suelo helado, humedece las paredes de los agricultores y las mejillas de la ropa de la gente, y hace florecer los racimos de heno con flores heladas. Cuando el sol anaranjado surge de la niebla moribunda, la tierra es exquisita. No puedo evitar pensar en lo que dijo un poeta: Dios creó el campo y los humanos sólo pueden construir ciudades. Estar cerca de la naturaleza en el campo puede inspirar las asociaciones mágicas de las personas (también hay muchas leyendas simples y hermosas que circulan en el campo), y también es más adecuado para el crecimiento de los corazones puros de las personas.
Para una ciudad, la niebla es un pequeño "desastre": las luces de la calle están perdidas, los vehículos están perdidos y los peatones están perdidos. El autor no pudo evitar sentirse decepcionado porque no podía ver la belleza en la niebla del campo. Sin embargo, el viaje en la niebla le dio a la autora una sorpresa inesperada, que la llenó de alegría y la hizo "olvidarse de todo".
La vida en la ciudad es tensa, ruidosa y transparente, y en ella nos desenvolvemos correctamente. Sin embargo, ¿siempre sentimos que falta algo? Sí, es parte de la naturaleza humana. El tiempo y el espacio en la niebla sin duda brindan una excelente oportunidad para que las personas redescubran y expresen su verdadera naturaleza. En ese momento, el autor perdió la advertencia humana de "pararse, sentarse, caminar, caminar", abandonó las reglas "correctas" de la ciudad e incluso abandonó temporalmente la pesada "máscara de adulto" necesaria en la vida. Ella volvió a ser una niña, una niña traviesa, caminando con abandono en la niebla que bloqueaba todo ruido y toda atención: llevando a una anciana al mercado; caminando por el camino de un anciano llevando a su pequeña a la escuela; le pide que realice un baile yangko; camina por montañas y ríos; toma fotografías de desfiles de moda; toma una camisa floral de Tsing Yi; ¡le duele el estómago cuando camina! Finalmente, el autor decidió marcharse como alcohólico: "Soy, soy Lu, soy Li Baihe..." ¡Ay, el autor caminaba feliz en la niebla, divirtiéndose y tocándose! Una serie de frases paralelas desahogan el entusiasmo del autor. En ese momento, el autor sintió que no solo estaba abriendo la niebla, sino también abriendo "la ciudad en la niebla, el mundo en la niebla".
"Ver flores en el humo" revela el estilo de un artista famoso. Tie Ning solo escribió vocabulario básico, sin una retórica hermosa, pero era práctico y rico, y parecía soltarse cuando se escribía con fuerza. Se puede decir que "confía en lo sencillo". Este breve artículo es sencillo, cordial y sincero, e incluso podemos sentir la bendición del autor, tan clara como la niebla.