Sentirse responsable
Para cumplir bien con este deber, hice lo mejor que pude para encontrar una noticia. A la mañana siguiente, llegué temprano a la escuela, limpié la pizarra y el escritorio y esperé a que la maestra viniera a clase. Sonó el timbre. En ese momento, me sentí como una hormiga en una olla caliente, saltando arriba y abajo, esperando que el maestro dijera la palabra "clase" de su boca. En ese momento, mis oídos se pusieron más alerta y tenía miedo de no escuchar lo que decía la maestra, así que estaba muy nervioso. Después de un tiempo, estas dos palabras finalmente salieron de la boca de la maestra. Entonces, grité las palabras "levántate y saluda" con todas mis fuerzas. De repente, me sonrojé como el trasero de un mono. Creo que tal vez sea porque estoy demasiado nervioso.
Sin embargo, cuando hice el informe de turno, todas esas presiones nerviosas habían desaparecido, pero me sentí lleno de una fuerza y un coraje incomparables, como si quisiera desafiar a los demás. Así que me sentí muy relajado cuando subí al escenario para presentarles una pequeña noticia a mis compañeros en mandarín fluido. Después del discurso, recibí un fuerte aplauso. En este momento me siento particularmente realizado.
Estoy muy satisfecho con este puesto. No importa si eres bueno o malo a los ojos de los demás, al menos piensas que eres bueno. Entonces, después de convertirme en estudiante de turno esta vez, sé que ser un estudiante de turno no solo es divertido, sino que también puede ejercitar mi coraje y mis habilidades de expresión oral. Creo que gracias a mis propios esfuerzos, la próxima vez lo haré mejor que esta.