Desde una perspectiva psicológica, ¿realmente necesitamos educación sobre la frustración?
La educación moderada sobre la frustración es beneficiosa para el crecimiento de los niños. Los niños experimentarán dolor emocional y ansiedad al enfrentar reveses, pero en el proceso, también aprenderán de los fracasos, resumirán experiencias, ajustarán su pensamiento y se adaptarán gradualmente a los reveses y crecerán.
La educación excesiva sobre la frustración puede tener efectos negativos. Si los padres o educadores adoptan una educación sobre la frustración excesiva y exponen a los niños a presiones y desafíos excesivos, puede provocar emociones negativas como pérdida emocional, ansiedad y baja autoestima, que afectarán la salud física y mental y el rendimiento académico de los niños.
La educación sobre la frustración debe combinarse con la personalidad y las características del niño. Diferentes niños tienen diferentes personalidades y características y necesitan una educación específica sobre la frustración. Algunos niños pueden necesitar más apoyo y estímulo, mientras que otros pueden necesitar más desafíos y estrés para ayudarlos a adaptarse a los reveses y crecer.
En resumen, la educación moderada sobre la frustración puede ayudar a los niños a adaptarse a los reveses y la presión, y a mejorar su adaptabilidad y resistencia a la frustración. Sin embargo, los padres y educadores deben adoptar métodos adecuados de educación sobre la frustración basados en la personalidad y las características del niño, y tener cuidado de no imponer presiones ni desafíos excesivos.