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Imitar ensayos argumentativos para servir al pueblo.

Hace unos días estudiamos el texto "Árboles callejeros". Después de leerlo, sentí profundamente y me conmovió profundamente la "tontería" de los árboles de la calle.

Este pasaje cuenta la historia de un árbol callejero que abandonó el bosque virgen y la felicidad y se paró al costado de la carretera de dos carriles, con la única decoración como un trozo de polvo tembloroso. Nunca se sintieron tristes por ello y nunca entregaron sus vidas porque lo consideraban una causa sagrada. Los árboles de la calle ejercen sus propios talentos y crean tenazmente cosas nuevas y poco apreciadas para la ciudad todos los días. Proporcionan sombra en verano y dan la bienvenida al sol y la luz al amanecer. Han estado haciendo contribuciones a la humanidad a lo largo de sus vidas.

La oscuridad, la dedicación desinteresada y la perseverancia de los árboles de la calle son realmente admirables y conmovedoras.

Existen tales "tontos" en nuestras vidas. Tomemos el ejemplo de un trabajador de limpieza. Se levantan más temprano que la gente común todos los días, por eso se ponen la ropa de trabajo, cogen una escoba grande, salen a la calle a cambiarse de ropa y salir. Eso es lo que hacen. Trabajan duro todos los días, barren las calles en silencio, nunca se quejan ni son holgazanes. Lo hacen para embellecer el entorno urbano, evitar que la basura invada la ciudad, para que la gente pueda respirar aire fresco cada mañana, caminar por carreteras limpias y hacer que la gente se sienta cómoda y feliz. Los trabajadores de la limpieza trabajan duro sin pedir recompensas y no necesitan elogios de los demás, porque siempre hay una frase en su corazón que los inspira: servir al pueblo.

Einstein dijo una vez: "El valor de una persona radica en lo que aporta a la humanidad y a la sociedad en su conjunto, no en lo que toma de la sociedad". Esto es cierto para los árboles de las calles y los limpiadores.

De hecho, cuando una persona vive en este mundo, no sólo debe pensar en sí misma, sino también en los demás, y pensar si lo que está haciendo ahora ha causado confusión en los demás. Servir a la gente como a los árboles de la calle y a los limpiadores es una vida con sentido.