¿Alguna vez has visto una carta autógrafa que viajó a través de miles de años? La historia de amor de Mi Fu, un personaje de Dunhuang.
Mimi es un hombre sabio. Mujer hermosa, educada, capaz de leer palabras y frases.
Nació en Samarcanda, la que hoy es la segunda ciudad más grande de Uzbekistán. En aquel momento, era un centro de transporte en la Ruta de la Seda entre Roma y China y era muy próspero.
Los comerciantes de Samarcanda viajaron a lo largo de la Ruta de la Seda, y sus imágenes de narices altas, ojos profundos y muchas barbas quedaron en los murales de las Grutas de Dunhuang.
Mi Fu, una mujer enamorada y decidida, nunca se habría enterado si el erudito británico Stein no hubiera descubierto accidentalmente aquellas cartas en una torre de faro cerca de Dunhuang hace cien años.
En la tarde del 22 de junio, segundo año de Yongjia.
Me daba vueltas y vueltas y no podía dormir.
Me levanté.
Decidió escribir otra carta.
Mi querido esposo, Nande
Te escribo una y otra vez.
Pero no he recibido tu respuesta.
"Esta vida miserable me hace sentir como si estuviera muerto. Te escribí una y otra vez, pero nunca recibí respuesta tuya. He perdido completamente la esperanza en ti. Todas mis desgracias son que Te esperé en Dunhuang durante tres años..."
Te esperé en Dunhuang durante tres años.
No lo sabía esa noche.
Mi marido nunca recibirá esta carta.
Porque el mensajero se marchaba
El camino a Samarcanda fue tragado por arena negra.
Murió cerca del paso de Yumen.
Bajo la espesa arena amarilla
Hace cien años, el erudito británico Stan descubrió accidentalmente esas cartas en la torre del faro cerca de Dunhuang. Un día del año 312 d. C., su carta y otras siete cartas comerciales fueron abandonadas en una torre de faro en lo profundo del desierto.
Lo que ocurrió con el enviado que cabalgó desde Dunhuang hasta Samarcanda es un misterio eterno. Se puede suponer que se trata de una persona responsable. Cuando ocurrió el accidente, dobló ocho letras de 10 centímetros de largo y 3 centímetros de ancho, las ató cuidadosamente con cintas y las escondió en la torre de baliza.
Los historiadores han visto la prosperidad de la Ruta de la Seda en la Edad Media a través de siete cartas comerciales, los precios de la época y las guerras en las Llanuras Centrales...
Para Migu, esto carta La carta que falta en realidad no es sorprendente, porque es la misma que todas las cartas de los últimos tres años, nunca devueltas...
Hoy sabemos que todas sus cartas fueron escritas a Desert. El desierto conservó fielmente su letra y sus sentimientos, y pacientemente alargó su espera hasta que un día viajó a través del tiempo y el espacio para encontrarnos.
En estos momentos, esta carta, escrita antes de hace 1700 años, se encuentra en el Museo Británico.