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Papel que ahorra energía

Los combustibles fósiles incluyen carbón, gas natural, petróleo y gasolina filita. Se formaron a lo largo de millones de años de descomposición de animales y plantas prehistóricos. La quema de combustibles fósiles libera dióxido de carbono, el mayor gas de efecto invernadero causado por la actividad humana.

Los científicos calcularon lo seguro que sería absorber dióxido de carbono de la atmósfera para evitar el cambio climático. Si las emisiones superan los umbrales de seguridad, el clima cambiará drásticamente, imposibilitando la adaptación de los ecosistemas, y la Tierra avanzará hacia una situación irreversible e incontrolable.

El umbral de seguridad más alto para el aumento de la temperatura global es 1 grado Celsius. Si la quema de fósiles continúa al ritmo actual, este punto de inflexión se alcanzará dentro de cuarenta años.

La industria produce cuatro veces más dióxido de carbono que las reservas existentes de petróleo, carbón y gas natural. En otras palabras, si no queremos un cambio climático peligroso en la Tierra, al menos tres cuartas partes de todo el petróleo, carbón y gas natural descubiertos no pueden usarse como combustible.

Esto significa que debemos reducir de inmediato las emisiones de dióxido de carbono, comenzar a eliminar gradualmente el uso de combustibles fósiles e invertir de inmediato en el desarrollo de energías renovables. Greenpeace lo llama "lógica del CO2".

Las compañías petroleras ahora tienen suficiente petróleo para provocar un cambio climático dramático. Si continúan utilizando estos combustibles, tendrá un impacto catastrófico en el clima. Deben empezar a mirar hacia el futuro ahora y desarrollar fuentes de energía limpias y sostenibles para reemplazar la inversión y la quema de fósiles. Si continúan con su modelo de negocio anterior, se perderán millones de vidas y nuestra economía y ecología colapsarán.

El daño ambiental causado por la quema de combustibles fósiles es un problema grave en el mundo actual. Como resultado, se destruye el medio ambiente ecológico y se ponen en peligro las vidas humanas y animales. En particular, el daño ambiental causado por la combustión directa de carbón es aún más impactante. Durante la combustión de combustibles fósiles se liberarán dióxido de azufre, monóxido de carbono, hollín, lluvia radioactiva, óxidos de nitrógeno, dióxido de carbono, etc. Estas sustancias dañarán directamente a las personas y los animales, causarán cáncer, la radiación dañará los organismos, producirán lluvia ácida y formarán un efecto invernadero. En los primeros días de la industrialización, los países desarrollados pagaron un alto precio por quemar carbón en grandes cantidades. Un ejemplo típico de desastre es: en las décadas de 1950 y 1960, Londres, Inglaterra, era conocida como la Ciudad de la Niebla debido a la gran cantidad de carbón y otros combustibles fósiles quemados. En un incidente de smog en 1952, el número de muertos llegó a 4.000 personas, y en 1962, el número de muertos llegó a 750.