La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos históricos - Las principales manifestaciones de la “Guerra Fría” entre Estados Unidos y la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial

Las principales manifestaciones de la “Guerra Fría” entre Estados Unidos y la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial

Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, la Unión Soviética, China y el Reino Unido formaron la Alianza Mundial Antifascista para oponerse a sus enemigos. Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos aplicó políticas de Guerra Fría contra la Unión Soviética y otros países socialistas. Después de que Jruschov llegó al poder, propuso la estrategia básica de estar en pie de igualdad con Estados Unidos, hacer realidad la cooperación entre Estados Unidos y la Unión Soviética y dominar conjuntamente el mundo. A medida que la fuerza económica y militar de la Unión Soviética aumentó aún más, a partir de finales de la década de 1950, gradualmente tomó forma un patrón de competencia entre Estados Unidos y la Unión Soviética por la hegemonía. La lucha por la hegemonía entre Estados Unidos y la Unión Soviética se dividió en tres etapas.

El período comprendido entre mediados de los años cincuenta y principios de los sesenta fue la primera etapa de la lucha por la hegemonía entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Este período se caracteriza tanto por la relajación como por la competencia.

Defensa: En 1955, la Unión Soviética tomó la iniciativa de cooperar con los países occidentales y firmó un tratado de paz con Austria, que resolvió un problema importante que quedó de la Segunda Guerra Mundial. Ese mismo año, la Unión Soviética estableció relaciones diplomáticas con la República Federal de Alemania. En 1959, Khrushchev visitó los Estados Unidos y la reunión de Camp David entre los líderes estadounidenses y soviéticos fue un paso importante de la Unión Soviética para avanzar en la estrategia diplomática de cooperación entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. superpotencia.

Tensiones: En 1961, la Unión Soviética construyó el Muro de Berlín y bloqueó la frontera entre Berlín Oriental y Occidental, lo que hizo que la relación entre Estados Unidos y la Unión Soviética fuera aún más tensa. La crisis de los misiles cubanos de 1962 demostró que la Unión Soviética comenzó a competir globalmente con Estados Unidos. También demostró que la ventaja estratégica en ese momento todavía estaba en manos de Estados Unidos.

Durante este período, la Unión Soviética también persiguió la hegemonía sobre China e intentó controlar China, lo que empeoró las relaciones chino-soviéticas.

El período comprendido entre mediados de los años 1960 y finales de los años 1970 fue la segunda etapa de la lucha por la hegemonía entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Presentaba a la Unión Soviética a la ofensiva y a los Estados Unidos a la defensiva.

Desde la llegada de Brezhnev al poder en 1964 hasta la década de 1970, la brecha entre la Unión Soviética y Estados Unidos se redujo considerablemente. En 1975, el valor total de la producción industrial de la Unión Soviética aumentó y equivalía al 80% del de Estados Unidos. La Unión Soviética alcanzó a los Estados Unidos en términos de armamento. En 1975, el número de misiles estratégicos llegó a 2.402, un 40% más que el de los Estados Unidos. En 1979, la Unión Soviética gastó casi tres veces más que Estados Unidos en fuerzas nucleares estratégicas. La Unión Soviética fortaleció enormemente su poder militar convencional. En 1978, había más de 265.438 tropas estadounidenses y 4,4 millones de tropas soviéticas. El ejército estadounidense tiene 10.500 tanques y el ejército soviético tiene 50.000 tanques. Durante este período, la Unión Soviética siguió una estrategia ofensiva activa y compitió con Estados Unidos por la hegemonía mundial. El foco de la lucha por la hegemonía entre Estados Unidos y la Unión Soviética estaba en Europa. Estados Unidos y la Unión Soviética reunieron tropas pesadas y los dos ejércitos estaban en un punto muerto. Por un lado, la Unión Soviética paralizó a Occidente con su estrategia de "moderación" hacia Europa y, por otro, aceleró su expansión fuera de Europa. La invasión de Afganistán en 1979 marcó la culminación de la política hegemónica soviética.