¿Por qué es importante la educación sobre la frustración en los niños?
En primer lugar, la educación sobre la frustración puede cultivar la resiliencia de los niños. A medida que los niños crecen, inevitablemente se encontrarán con diversas dificultades y contratiempos, como fracasos en los exámenes, conflictos con los compañeros, disputas familiares, etc. Si los padres siempre resuelven los problemas de sus hijos, los niños se volverán dependientes de sus padres y carecerán de la capacidad de resolver problemas de forma independiente. Y si los niños pueden afrontar los problemas y superar las dificultades por sí solos, serán más tenaces y más capaces de adaptarse a los desafíos futuros.
En segundo lugar, la educación sobre la frustración puede mejorar la confianza en sí mismos de los niños. Los niños pueden sentirse inferiores y deprimidos cuando enfrentan reveses, pero si pueden superar las dificultades con éxito, su confianza en sí mismos aumentará. Cuando los niños tengan éxito en los estudios y en la vida, tendrán una sensación de logro, lo que los hará más seguros y lo suficientemente valientes para enfrentar desafíos futuros.
En tercer lugar, la educación sobre la frustración puede cultivar la creatividad de los niños. Cuando se enfrentan a problemas, los niños necesitan encontrar diversas formas de resolverlos, lo que les exige ser creativos. Si los padres cuidan a los niños sólo cuando son pequeños, les faltará creatividad y no podrán pensar de forma independiente. Y si los niños pueden encontrar diversas soluciones cuando se enfrentan a contratiempos, podrán cultivar su creatividad y hacerlos más competitivos en la vida futura.
Finalmente, la educación sobre la frustración puede ayudar a los niños a aprender a aceptar el fracaso. A medida que los niños crecen, inevitablemente encontrarán fracasos. Si no aprenden a aceptar el fracaso, éste tendrá un impacto negativo en ellos mismos. A través de la educación sobre la frustración, los niños pueden aprender a aceptar el fracaso, evitando así una adoración excesiva de sí mismos y un mejor manejo de las relaciones interpersonales.
En resumen, la educación sobre la frustración juega un papel vital en el crecimiento de los niños. Como padre o educador, debe permitir que sus hijos encuentren algunos contratiempos en el proceso de crecimiento, para que puedan aprender a enfrentar las dificultades y superarlos, para que puedan volverse más maduros, seguros y tenaces.