¿Cómo educar a un niño de cinco años que es desobediente?
Cuando los niños están enojados, frustrados, decepcionados o no se sienten amados, pueden decir malas palabras, comportarse de manera grosera y tener conflictos con los adultos. Por lo general, estas emociones extremas no duran mucho, por lo que a veces los adultos no pueden evitar enojarse, pero en este caso es mejor contenerse. Explíquele pacientemente a su hijo que el lenguaje descortés puede herir a una persona. Cuando él se defienda con dureza, dígale con calma a su hijo cómo se siente. Incluso un niño de tres años entenderá que hiere sus sentimientos.
2. Predicar con el ejemplo y regular la forma de hablar de los niños.
Para ayudar a los niños a distinguir mejor entre el lenguaje cortés y el lenguaje grosero, puedes mejorar su capacidad para distinguir el bien del mal citando lo que otros niños han dicho y permitiéndoles distinguir por sí mismos. Hágales saber que una misma frase, dicha con diferentes entonaciones y entonaciones, puede tener diferentes significados. Puedes demostrarte a ti mismo que diferentes entonaciones pueden convertir un comentario común en uno sarcástico. Cuando las palabras y los hechos de su hijo cumplan con sus requisitos, debe brindarle orientación positiva de manera oportuna. Esta es una de las formas más efectivas de regular el comportamiento de su hijo. Cuando elogia a los demás o los escucha atentamente, debes elogiarlo de inmediato; cuando hace todo lo posible por no herir a los demás, debes decirle cuánto lo aprecias.
3. Da ejemplo de “escucha” a tus hijos.
Algunos padres siempre se quejan de que sus hijos no escuchan a los demás. A menudo, tan pronto como uno de los padres habla, el niño comienza a replicar. Sin embargo, si lo piensas detenidamente, encontrarás que a veces los adultos rara vez escuchan atentamente los cuentos de los niños. A veces, cuando los niños empiezan a hablar, los adultos creen que entienden lo que está pasando y luego empiezan a predicar. Por lo tanto, para que los niños sean "obedientes", primero debemos dar el ejemplo, hacer que los niños sean obedientes, escuchar atentamente cada palabra que dicen y comunicarnos verdaderamente entre nosotros. De esta manera, los niños aprenden de nosotros el respeto, la comprensión y la comunicación efectiva.
4. Desarrolla el hábito de charlar con tus hijos.
Algunos padres suelen dedicar poco tiempo a charlar y jugar alegremente con sus hijos. Sólo prestan atención a si el niño está centrado en el aprendizaje y en los hábitos de comportamiento. La comunicación con los niños se basa principalmente en críticas, regaños y sermones, lo que fácilmente puede despertar las emociones rebeldes de los niños. Se recomienda que los padres desarrollen el hábito de charlar con sus hijos, hablar más sobre temas interesantes con sus hijos y, a menudo, "hacerse locos" con sus hijos. Cuando la relación entre padres e hijos es estrecha y armoniosa, los niños aceptarán fácilmente las sugerencias de sus padres. Si los padres están ocupados y no tienen mucho tiempo para dedicar a sus hijos, deben garantizar la calidad de la comunicación y no siempre dedicar tiempo a comprobar el aprendizaje de sus hijos o criticarlos.