Tres principios de concordancia sujeto-verbo
Tres principios de concordancia sujeto-verbo:
1. Concordancia de persona:
Las personas del sujeto y el predicado del verbo deben ser consistentes. Las personas se dividen en primera persona (yo, nosotros), segunda persona (tú) y tercera persona (él, ella, eso, ellos). En general, la persona del sujeto y el predicado del verbo deben ser coherentes.
Por ejemplo:
Primera persona del singular: Yo soy (yo soy)
Tercera persona del singular: Le gusta (le gusta)
Segunda persona del plural: Tú eres (tú eres)
Tercera persona del plural: Ellos juegan (ellos juegan)
2. Acuerdo numérico:
El número ( singular o plural) del sujeto y el predicado del verbo deben ser consistentes. Si el sujeto es singular, el verbo también debe ser singular; si el sujeto es plural, el verbo también debe ser plural. Por ejemplo:
Sujeto singular: El gato está durmiendo (El gato está durmiendo.)
Sujeto plural: Los gatos están durmiendo (Los gatos están durmiendo.)
3. Concordancia de proximidad:
Cuando hay sustantivos distantes y sustantivos más cercanos en el sujeto, el verbo predicado suele ser consistente con el sustantivo más cercano. En este caso, la elección del verbo predicado suele depender del sustantivo que se acerque más a él. Por ejemplo:
Uno de los estudiantes llega tarde. (Uno de los estudiantes llega tarde.)
Ni los profesores ni los estudiantes están contentos.