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¿Qué es la prosa amorosa?

El amor es el más puro y cálido del mundo.

¿Qué es el amor? El amor es desinteresado. El amor es inmortal. Todo el mundo tiene amor. La familia y la amistad también nos traerán felicidad y risas infinitas. Hay una frase en una canción que todavía recuerdo: El amor es una luz, tan hermosa. Sí, el amor es una luz, lo más hermoso del mundo, siempre nos ilumina a todos. Anímanos a seguir avanzando y nunca rendirnos.

Debemos apreciar el amor invaluable que nos rodea y que el dinero no puede comprar.

El amor es perfecto. El amor nos da felicidad y calidez.

También debemos transmitir el amor a los demás y dejar que los demás sientan la felicidad y la calidez del amor. ¿Qué tan doloroso es para una persona que necesita cuidados y ayuda de los demás, pero nadie le presta atención? Necesitamos saber ¿qué es el amor? De hecho, el amor es muy simple. El amor es compartir. Cuando alguien necesita tu ayuda, le echas una mano. Esto es amor por los extraños. Cuando te dedicas de todo corazón a tu carrera, es tu amor por tu carrera. Cuando tiras un trozo de basura a la basura, o recoges un trozo de papel y lo tiras a la basura, es tu amor por el medio ambiente y el hogar en el que vivimos. Cuando tu familiar llega a casa, sediento y cansado, le llevas un vaso de agua y le frotas la espalda. Este es el amor que tienes por tu familia. Cuando te encuentres con perros y gatos callejeros en la calle, en lugar de evitarlos, dales comida o adóptalos. Este es tu amor por los animales callejeros. Incluso si tus padres llegan a casa y les traes un vaso de agua caliente, también es una especie de amor, ¡amor por tus padres!

El amor en realidad es muy simple. Está en todas partes de la sociedad real. Depende de si lo has encontrado y de si lo has encontrado para otros. "Envía una rosa y deja una fragancia persistente en tu mano."

El amor no es sólo lo que los demás te dan. El verdadero amor es lo que das y lo que das a los demás.

El beneficiario siempre debe guardar la bondad en su corazón, pero el benefactor no debe guardarla en su corazón. -Cicerón