La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos históricos - Hoy estuve bromeando con mi novio y lo llamé hijo un par de veces. Parecía enojado. No creo haber ido demasiado lejos.

Hoy estuve bromeando con mi novio y lo llamé hijo un par de veces. Parecía enojado. No creo haber ido demasiado lejos.

Al bromear, a veces puedes tocar los puntos sensibles de la otra persona, especialmente cuando se trata de identidad personal y relaciones familiares. En tu situación, llamar "hijo" a tu novio puede hacerlo sentir incómodo o herido porque puede hacerle sentir que no lo respetas ni a él ni a su independencia.

Aunque creas que esto es una broma, la aceptación y sensibilidad de cada persona ante diferentes palabras es diferente. Por lo tanto, debes considerar sus sentimientos, disculparte con él y hacerle saber que comprendes su reacción y que estás dispuesto a respetar sus sentimientos. Puede intentar comunicarse con él, comprender sus pensamientos y sentimientos y encontrar una solución aceptable para ambas partes.

Además, en comunicaciones futuras, deberá tener más cuidado con sus palabras y frases para asegurarse de no utilizar palabras que puedan incomodar o herir a los demás. Si no estás seguro de si un chiste es apropiado, será mejor que no lo uses.