Citas clásicas sobre la avaricia y el egoísmo humanos
Los dichos clásicos sobre la avaricia y el egoísmo humanos son los siguientes:
1. Debido a la avaricia, algunas personas quieren más cosas, pero pierden las que ahora tienen.
2. El cálculo es una trampa en la vida. Cualquiera a quien le importa es alguien a quien le importa. Me importa porque veo esperanza. Sin embargo, a la esperanza muchas veces le sigue la decepción. Una relación que va y viene, una escalera que te ayuda a subir y se desmonta, una mentira cálida, son como trampas, cubiertas de esperanza arriba, pero escondidas de dolor debajo. Caer en una trampa una vez es accidental, caer en una trampa repetidamente es codicia.
3. Un corazón codicioso es como una tierra árida en el desierto, que absorbe toda la lluvia pero no cultiva vegetación para facilitar a los demás. Amistad europea El lujo destruye la pureza espiritual de las personas, porque desafortunadamente, cuanto más tienes, más codicioso te vuelves y, de hecho, siempre sientes que no puedes satisfacerte a ti mismo.
4. Sé tolerante con los impacientes, sé amable con los violentos y sé generoso con los codiciosos.
5. Soy codicioso cuando los demás tienen miedo y temeroso cuando los demás tienen miedo.
6. No te quejes de ser limpio y honesto, sino preocúpate de ser codicioso y llorar tras las rejas.
7. El deseo codicioso hace que la gente caiga, pero la calidad de un gobierno honesto hace que la gente siga adelante.
8. La codicia y la felicidad nunca irán de la mano.
9. La amistad es realmente lo más sagrado, no sólo digno de especial admiración, sino digno de eterna alabanza. Es la madre más sabia de la generosidad y el honor, la hermana de la gratitud y la bondad, el enemigo jurado del odio y la codicia, y siempre está dispuesta a sacrificarse por los demás, por su propia voluntad y sin súplicas.
10. La energía y el tiempo humanos son limitados. Una docena de amigos y unos pocos conocidos son el límite de la interacción social natural. La conexión las 24 horas no satisface las necesidades sociales de las personas, sino la ansiedad, la vanidad y la codicia de las personas, que eventualmente se convertirán en un vacío.