La imagen de los niños tomando prestados libros en la biblioteca es real.
Ten un pequeño ritual cada noche
Anima a tus hijos a completar sus tareas después de la escuela y luego reserva entre 15 y 30 minutos para leer tranquilamente con ellos. Estos pequeños rituales no sólo pueden ayudar a los niños a desarrollar el hábito de la lectura, sino también mejorar la relación entre padres e hijos.
Visitas guiadas periódicas de libros
Elija los fines de semana para llevar a sus hijos a librerías o bibliotecas y permitirles experimentar el encanto de los libros. Consígale a su hijo una tarjeta de la biblioteca y haga de la lectura parte de su vida.
Leer más profundamente.
Anima a los niños a hacer círculos y tomar notas mientras leen. Después de leer el libro, puede extraer buenas palabras y oraciones, hacer tarjetas de lectura o escribir notas de lectura y comentarios después de leer. De esta manera, los niños no sólo pueden comprender los libros más profundamente, sino también ejercitar sus habilidades de escritura.
Crea un espacio dedicado a la lectura
Prepara una pequeña estantería para los niños y deja que ellos mismos organicen los libros. Cuando su hijo esté leyendo, trate de permanecer callado y cree un ambiente de lectura cómodo para él.
Habla con el corazón de tu hijo
Comparte el placer de leer con tus hijos, tengan la edad que tengan. Los niños más pequeños pueden leer y crear juntos; los niños mayores pueden discutir e intercambiar el contenido del libro. Ten algunas enciclopedias en casa. Cuando los niños tengan preguntas, guíelos para que encuentren respuestas en el libro para estimular su interés en la lectura.