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Entrenamiento de pulmones artificiales

Los tres pasos de la reanimación cardiopulmonar son las compresiones torácicas manuales, la apertura de las vías respiratorias y la respiración artificial, entre las cuales las compresiones torácicas manuales son las más importantes.

1. Compresión torácica manual: Al realizar la compresión torácica manual, el paciente debe acostarse boca arriba sobre una superficie dura y el socorrista debe arrodillarse a su lado. El socorrista debe inclinarse hacia adelante de modo que los hombros, codos y muñecas queden en el mismo eje y perpendiculares al plano del cuerpo del paciente, y presionar la parte inferior del esternón en el punto medio de la línea que conecta los dos pezones.

Permita que el pecho rebote completamente después de cada compresión. Cuando se relaje, mantenga las manos y los codos alejados de la pared torácica y confíe en la gravedad de la parte superior del cuerpo para ejercer una fuerza vertical hacia abajo. El rango de frecuencia de compresión es de 100 a 120 veces/minuto, y el rango de adultos es de al menos 5 a 6 cm. La duración de las compresiones y la relajación debe ser aproximadamente igual.

2. Abrir las vías respiratorias: Un paso importante para una reanimación exitosa es mantener abiertas las vías respiratorias. Se deben retirar los cuerpos extraños y el vómito en la boca del paciente, y si la dentadura postiza está floja, también se debe retirar. Si no hay traumatismo en el cuello, se pueden abrir las vías respiratorias levantando la frente. El socorrista presiona firmemente la frente del paciente con una mano para inclinarla hacia atrás y levanta la mandíbula con la otra mano para que la línea que conecta la punta de la mandíbula y el lóbulo de la oreja quede perpendicular al suelo para despejar las vías respiratorias.

3. Respiración artificial: después de que la respiración artificial abra las vías respiratorias, primero realice dos respiraciones artificiales, sople continuamente durante más de 1 segundo cada vez para hacer que el pecho fluctúe y luego presione inmediatamente el pecho.

La reanimación cardiopulmonar requiere formación profesional y métodos de funcionamiento correctos para evitar al máximo las complicaciones.

El paro cardíaco (paro cardíaco, CA) significa que, debido a diversas razones, el corazón deja de latir repentinamente en circunstancias y momentos inesperados, lo que resulta en un cese repentino de la función efectiva de bombeo del corazón y de la circulación efectiva, causando tejido sistémico. Las células sufren isquemia grave, hipoxia y trastornos metabólicos. Si no se rescatan a tiempo, se puede perder la vida inmediatamente. El paro cardíaco repentino es diferente del paro cardíaco en la etapa final de cualquier enfermedad crónica. Si se toman a tiempo medidas de reanimación correctas y eficaces, el paciente podrá salvarse y recuperarse.

Una vez que se produce el paro cardíaco, si no se realiza un rescate y reanimación inmediatos, se producirá un daño irreversible en el cerebro del paciente y en otros órganos y tejidos importantes en 4 a 6 minutos. Por lo tanto, la reanimación cardiopulmonar (RCP) después de un paro cardíaco debe realizarse inmediatamente en el lugar para ganar el tiempo más valioso para un mayor rescate hasta salvar la vida del paciente con paro cardíaco.