No juzgues a las personas por su apariencia.
Juzgar a las personas por su apariencia significa medir y juzgar las cualidades o talentos de una persona en función de su apariencia. También se refiere a determinar la actitud de una persona en función de su apariencia y vestimenta. Por ejemplo, "La selección de personas debe basarse en el carácter y la capacidad, no en la apariencia".
Juzgar a las personas por su apariencia es un instinto psicológico, lo llamamos el efecto de primera reacción. Significa que cuando las personas entran en contacto con algo o alguien por primera vez, dejarán una profunda impresión. En el proceso de cognición social, la información ingresada por primera vez por un individuo a través de la "primera impresión" afecta la cognición posterior del objeto.
La primera impresión tiene el efecto más fuerte y dura más tiempo. Tiene un efecto más fuerte en la impresión general de las cosas que la información obtenida posteriormente. El efecto de primacía es esencialmente un efecto de superioridad. Cuando se combinan diferentes datos, las personas tienden a centrarse en el dato anterior.
Incluso si las personas conceden la misma importancia a este último tipo de información, la considerarán no esencial y accidental. Las personas están acostumbradas a interpretar la última información basándose en la primera. Incluso si la última información es inconsistente con la primera, sucumbirán a la primera y se formarán una impresión general consistente.
Ejemplos bilingües de cómo juzgar a las personas por su apariencia:
1.
No juzgues a las personas por su apariencia.
Recuerdo un dicho que aprendimos en clase: no juzgues un libro por su portada.
Recuerdo un dicho que aprendimos en clase: no juzgues un libro por su portada.
3. No juzgues un libro por su apariencia: la apariencia no es confiable.
No juzgues las apariencias: las apariencias pueden ser engañosas.
4. El destino me recuerda que no debo juzgar a las personas por su apariencia.
El destino me recuerda que no debo ser una súcubo tan crítica.