Composición de estudiantes de secundaria "El poder"
A menudo pienso en una historia sobre el aplauso.
Cuando estaba en tercer grado de la escuela primaria, una niña llamada Du Ying fue transferida a mi clase. Ella estaba callada, pero callada. Pronto nos dimos cuenta de que ella siempre era la primera en llegar a la escuela y la última en salir. Todos sabemos que tiene una enfermedad que hace que los huesos de su pierna derecha crezcan mal, por lo que siempre camina cojeando. Algunos chicos de la clase siempre la intimidan así, pero la maestra la cuida muy bien y no la deja participar en la reunión deportiva de trabajo de limpieza de la clase. Así que poco a poco se fue retrayendo en nuestra clase.
En cuarto grado, teníamos un maestro hombre. Fue muy activo y siempre hizo todo lo posible para movilizarnos. En la primera clase de idioma nos llamó a contar historias y aprovechó para conocernos. Miró los nombres de sus compañeros de clase y dijo: "Du Ying, ¿quién es Du Ying? Ven y cuéntanos una historia". La audiencia guardó silencio y todos simpatizaron con Du Ying por la ignorancia del maestro. La nueva maestra no lo sabe, esto dañará enormemente la autoestima de Du Ying, pensé. Vi a Du Ying sentada en un rincón levantarse lentamente, su cara estaba extremadamente roja y cojeaba hacia el podio. En ese momento, no sé quién tomó la iniciativa en aplaudir y toda la clase estalló en un estruendoso aplauso. Du Ying nos sonrió con lágrimas en los ojos.
Luego nos contó una historia de cuando estuvo enferma cuando era niña. Du Ying habló con emoción y sus ojos estaban llenos de lágrimas. Du Ying nos conmovió a todos, incluidos los chicos que a menudo la acosaban y no podían evitar sollozar. Du Ying volvió a salir cojeando del escenario y esta vez estallamos en aplausos aún más fuertes. Desde entonces, Du Ying parece haberse convertido en una persona diferente. Participó en diversas actividades y se animó. También gané el segundo premio en un concurso de conocimientos básicos y nos hicimos buenos amigos.
Unos años más tarde, fue admitida en una escuela secundaria extranjera. Por teléfono me dijo muchas veces: nunca olvidaré esos aplausos. Sé que mis compañeros no me discriminan, lo que me da una fuerza infinita. Sí, cuando otros tienen éxito, incluso si aún no lo han logrado, ¿por qué deberías ser tan tacaño cuando les das un aplauso?
Todo el mundo necesita aplausos. El aplauso representa respeto y afirmación hacia los demás.