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Una revisión de la educación de calidad en seguridad para estudiantes de primaria y secundaria

El peligro asusta a las personas y es aún más fatal para los niños, y la educación sobre seguridad es una buena arma para enseñar a los niños a defender sus vidas. Desde la seguridad pública hasta la seguridad del campus y la seguridad familiar, el tema de la seguridad siempre recorre nuestro estudio y nuestra vida. Es muy importante empezar desde las cosas pequeñas y cultivar los hábitos de vida y la conciencia de seguridad de los niños. La vida es impredecible. ¡Que nuestros descendientes aprendan a superar las dificultades, resolver peligros, ser buenos en el auto rescate y defender la vida!

Cuando la vida está garantizada, es como una semilla enterrada en tierra fértil. Lo que queda es nuestro cuidadoso cultivo y cuidado, permitiéndole crecer vigorosamente. Una educación de calidad es como el fertilizante adquirido del sol, de la lluvia. y el rocío nutre la semilla para que florezca y dé fruto.

La razón por la que la gente nos llama humanos es porque el punto clave que nos distingue de los animales es nuestro cerebro, un cerebro inteligente y progresista que nos aporta elementos nobles como la emoción, el pensamiento, la racionalidad y la creación. La combinación de todo esto le da a las personas una calidad perfecta. Además de aprender conocimientos culturales y dominar las ciencias, el descanso interior es lo que realmente controla la vida de una persona. Las armas pueden dañar a la gente y salvarla, las drogas pueden matar y salvar a la gente. El buen uso de la ciencia es una bendición, el mal uso de ella es un desastre. La responsabilidad no recae en la cosa, sino en la persona que la usa. Si bien enfatizamos ciegamente que los niños tienen buenas calificaciones y puntajes altos, debemos dejarles aprender a ser una buena persona, aprender a hacer cosas, aprender a cultivarse interiormente y recibir una educación de calidad, para que los niños puedan comprender la esencia de ser un ser humano. . Y este tipo de formación debe empezar desde las pequeñas cosas y desde la vida.

Nuestra nación tiene cinco mil años de civilización y excelentes virtudes nacionales tradicionales. Éstas son el poder y la fuente de una educación de calidad para los niños. Enseñar cosas nacionales a los niños no sólo es una responsabilidad para nosotros y nuestros hijos, sino también una hermosa herencia de nuestro espíritu nacional.

Integrarse con la realidad y ser diligentes en la seguridad y educación de calidad de los niños. En este punto, nuestra familia y nuestra escuela están haciendo esfuerzos incansables y a largo plazo.

“Lee buenos libros, escribe bien y sé una buena persona”, “Estudiante, diligente, ilustrado, amable, alegre, ingenioso, independiente e innovador”. Esta frase es una explicación sencilla pero reveladora del propósito educativo de la escuela. Cada reunión de padres, cada carta a los padres, cada comunicación, seguridad y educación de calidad están siempre en boca de los docentes, siempre innovando, siempre alertándonos, y también entendemos las buenas intenciones de los docentes desde los distintos reglamentos de la escuela. Desde la planificación del campus hasta los juegos en el recreo, desde las palabras y los hechos de los estudiantes hasta el código de conducta dentro y fuera de la escuela, estamos trabajando juntos para crear un entorno de enseñanza que conduzca al crecimiento y desarrollo de los niños, una ciencia segura y eficiente que permite que los niños se desarrollen de forma integral el sistema educativo.

Con portadores escolares responsables, las familias se convierten en células vibrantes. A través de la cooperación entre el hogar y la escuela, enseñamos a los niños muchos conocimientos extracurriculares.

En términos de seguridad, los niños han aprendido algunas técnicas de autorrescate en situaciones peligrosas, como conocer alarmas contra incendios y números de teléfono de emergencia, saber cerrar aparatos eléctricos y válvulas de gas, especialmente organizar simulacros y capacitar a terremotos e incendios, para que el fuego aprenda a evitar desastres y mantenerse alejado del peligro. La educación de calidad siempre intercala los estudios culturales con la vida. Ayude a otros a donar dinero a áreas de desastre y haga bien lo suyo. La buena historia y cultura nacional se pueden utilizar para comprender a los niños, respetar a los mayores y amar a los jóvenes, cumplir promesas, ganar dinero, actuar con valentía ante la justicia, amar al país y a la familia, nunca olvidar la humillación nacional y estudiar para el ascenso de Porcelana. Todas estas virtudes tradicionales alimentan el alma profunda de los niños.