Texto traducido de la novela corta
"Que nuestros días felices nos hagan sabios." John Masefield
Cuando leí por primera vez esta línea del poeta laureado británico, me quedé atónito. ¿Qué significa Macefield? Sin pensarlo mucho, siempre asumí que era todo lo contrario. Pero su tranquila seguridad fue sorprendente. No puedo olvidarlo.
Finalmente, pareció entender lo que quería decir y me di cuenta de que se trataba de una observación profunda. La sabiduría que la felicidad hace posible consiste en una percepción clara que no se ve borrosa por la ansiedad, ni oscurecida por la desesperación y el aburrimiento, y que no tiene puntos ciegos causados por el miedo.
La felicidad positiva, no sólo la satisfacción o el contentamiento, a menudo llega de repente, como una lluvia de abril o la apertura de un capullo de flor. Entonces descubrirás qué clase de sabiduría la acompaña. La hierba es más verde; el canto de los pájaros es más dulce; las faltas de tus amigos son más fáciles de entender y de perdonar. La felicidad es como un par de gafas que corrigen tu visión mental.
Las ideas sobre la felicidad tampoco se limitan a lo que te rodea. Sin felicidad, tu mente se concentra en tus emociones y tu visión se siente como si estuviera bloqueada por una pared. Cuando estás feliz, el muro se derrumba.
La larga perspectiva está ante nosotros. El suelo bajo tus pies, el mundo que te rodea (personas, pensamientos, emociones, tensiones) son ahora parte de una escena más amplia. Todo aparece en proporciones más justas. Este es el comienzo de la sabiduría.
Los días felices hacen sabio al hombre - John. Marshfield
Cuando leí por primera vez esta línea de poesía del poeta británico Laurent, me sorprendió mucho. ¿Qué quiso decir Marshfield? Durante mucho tiempo no pensé mucho en ello. Sin embargo, me llamó la atención su tranquilidad y confianza, que no puedo olvidar.
Finalmente me pareció entender el significado. Me doy cuenta de que esta es una observación profunda. La sabiduría que la felicidad brinda a las personas reside en un sentimiento agudo. No le perturban las preocupaciones, ni se pierde en la desesperación y el aburrimiento, ni se pierde en el miedo.
La felicidad positiva es mucho más que contentamiento o contentamiento. A menudo llega inesperadamente, como un capullo que florece silenciosamente durante una lluvia de abril. En este punto, descubrirás la sabiduría que conlleva. La hierba es más verde, los pájaros cantan con más gracia e incluso puedes comprender mejor los defectos de tus amigos y volverte más tolerante. La felicidad es como un par de anteojos que corrigen constantemente nuestra mala comprensión del escenario espiritual.
La percepción de la felicidad no se limita de ninguna manera a las cosas que te rodean. Cuando no estás contento, tus pensamientos se vuelven tristes, como si un muro alto bloqueara tu visión. Y cuando estás feliz, este muro se cae.
Tus horizontes de alegría no se limitan al paisaje que te rodea. La tierra bajo tus pies y el mundo que te rodea (personas, pensamientos, emociones, tensiones) parecen fusionarse en un paisaje más amplio. Todo en el mundo está en armonía. Este es el comienzo de la sabiduría.