Los estudiantes de secundaria comen leche materna
Una vez vi en la noticia que un niño de 12 años bebía la leche materna de su madre tres veces al día. A su madre le preocupaba que su hijo tuviera una enfermedad mental, por lo que acudió a un médico en busca de ayuda. Cuando llegaron al hospital, el médico les dijo que se trataba de un problema psicológico entre madre e hijo y que tenían que solucionarlo ellos mismos. Resultó que cuando el niño tenía dos años, sus padres intentaron destetarlo, pero una vez destetado, no comía ni bebía y lloraba.
La madre no podía soportar mirar. La abuela dijo que el niño aún era pequeño y falló la primera vez. Cuando tenía cuatro años, su madre lo destetó nuevamente, pero tan pronto como lo destetaron, siguió llorando. Toda la familia intentó convencer a la madre de que no soportaba al niño y el segundo destete fracasó. Calculado así, tiene 12 años y todavía bebe leche materna tres veces al día. Si no bebe, causará problemas en casa. ¿No tienen los padres ninguna responsabilidad por tales cosas?
Cuando un niño comete un error, los padres sólo dejan la responsabilidad al niño, pero no piensen que lo que hicieron estuvo mal. Cada vez que se desteta al niño sin éxito. La razón es que la madre no puede soportar ver llorar a su hijo.
Solo así, el niño todavía necesita ser alimentado todos los días cuando tenga doce años. Sólo con suficiente amor se puede considerar amor. El mimo excesivo convertirá el amor en una especie de daño para el niño.
Hagas lo que hagas, debes prestarle atención, y lo mismo ocurre con la educación de los niños. No sólo quieres que tus hijos sientan que los amas, sino que también tienes requisitos estrictos para que aprendan a respetar a sus padres. Muchos padres sienten que no importa la edad que tengan sus hijos, siguen siendo niños. No pueden vivir de forma independiente y tienen que depender de sus padres para todo. Imagínense, ¿qué pasará con esos niños si abandonan a sus padres? Por tanto, los padres no deben mimar demasiado a sus hijos.
? ¿amar? Es una palabra de doble cara que puede hacer felices a los niños o herirlos. Debemos captar correctamente el poder del amor.