La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos para el examen de postgrado - Encuentro y calidez en la prosa china

Encuentro y calidez en la prosa china

Los años se deslizan entre los dedos, los años envejecen inconscientemente, el pasado es como el humo y el recuerdo acabará por aniquilarse. La calidez que me diste está profundamente grabada en mi corazón.

Es un extraño que me hace sentir cálido. Aunque el viento frío todavía sopla, de vez en cuando veo una o dos hojas amarillas flotando desde las ramas muertas. Todavía puedo sentir el calor. La calidez de los extraños ha quedado enterrada en mi corazón.

Quizás la contribución del extraño ya no sea nada, o incluso barata. Pero para mí, este toque cálido es algo que nunca olvidaré, ya sea en el pasado, presente o futuro. Este incidente lleva un tiempo sumergido en la antigua caja de la memoria, y el reloj de la memoria está retrocediendo rápidamente...

Era un día festivo y mi madre y yo fuimos al supermercado. Mientras caminaba, llegué al estante de las bebidas. Quería conseguir una botella de Coca-Cola, así que me puse de puntillas para conseguirla. Perdí el control y la Coca-Cola cayó del estante con estrépito y me golpeó el pie izquierdo. De repente, la uña de mi pie izquierdo se partió, sangrando profusamente y un dolor agudo me golpeó. Mi madre inmediatamente le pidió al dependiente de la tienda que le trajera tiritas, pero el dependiente dijo inocentemente que no había tiritas en el supermercado.

El dolor repentino me hizo llorar. Mi madre estaba ansiosa y tomó un paquete de toallas de papel que vendían en el supermercado. No podía importarme mucho en ese momento. Mi madre abrió el pañuelo, lo sacó y cubrió suavemente mi herida. En ese momento, me entregaron una curita con ambas manos y miré hacia arriba. Es un anciano gordo que lleva pantalones cortos. Fue este movimiento el que recordé durante al menos seis años. Cada vez que veo las heridas en mis pies que nunca podrán curarse, pienso en ese tío. Aunque no puedo recordar su apariencia desde hace mucho tiempo, siempre recordaré esas manos gorditas que le entregaron la tirita. Le dijo a mi joven qué es tocar y qué es la dedicación.

Si te conozco, haré todo lo posible para ayudarte, incluso si soy un extraño, y transmitirte la calidez de los extraños...