La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos para el examen de postgrado - Un estudiante de secundaria vocacional escribe una carta a sus padres.

Un estudiante de secundaria vocacional escribe una carta a sus padres.

Queridos mamá y papá:

¡Hola! Cuando vine a este mundo, ustedes se convirtieron en dos grandes árboles y yo en un pájaro. Juntos sostenéis un cielo azul y yo estoy debajo de él. Crece feliz en tu cálido abrazo. Hoy tengo 13 años.

Mamá y papá, se puede decir que son muy amables conmigo, en lo profundo del océano. En los últimos 13 años, has dedicado mucho esfuerzo a cultivarme, pero siempre te hago enojar y entristecer. A lo largo de los años, las arrugas de mi frente se han vuelto cada vez más numerosas día a día y el número de canas en mi cabeza ha aumentado día a día. Conté en silencio, profundamente grabado en mi corazón. Papá, trabajas incansablemente para mí, mamá, me ahorras dinero para hacer las tareas del hogar. ¿Qué estás haciendo? Es todo para mí.

Una vez suspendí el examen parcial y siempre volvía a casa deprimido. Mamá, no me regañaste ni me pegaste. Sólo sonreíste, me consolaste y dijiste: "No importa. Esta vez no me fue bien en el examen. Habrá otro momento". madre del éxito! No te desanimes. "De repente rompí a llorar. Mamá, mírame llorar muy triste. De repente me abrazaste y me decías: "Sé fuerte, sé fuerte". "En la superficie, eres muy fuerte. De hecho, tu hija ya sabe que mojaste la almohada con lágrimas esa noche y no pudiste dormir en toda la noche.

A veces, mi padre me lleva a la escuela el En el auto siempre sacaba un libro ilustrado para leer. Papá, tú siempre me gritabas y me ordenabas que me quedara quieto y dejara de leer. Yo discutía mucho y decía seriamente: “¿Qué te pasa? ¿Aprendiendo más conocimientos? Los profesores no siempre nos enseñan: “Una pulgada de tiempo vale una pulgada de oro, y una pulgada de dinero no puede comprar una pulgada de tiempo”. "Aprecia tu tiempo", interrumpió papá, "pero ahora no es el momento. Guárdalo o camina hasta la escuela".

Mamá y papá, mi hija hoy lo entiende. Mamá, no me fue bien en el examen. Me dijiste que no me desanimara para convertirme en una persona indomable. Papá, por mi seguridad me prohíbes leer en el auto. Siempre te preocupas por mí y proteges mi corazón joven y tierno. ¡Qué grande es este tipo de amor paternal y maternal que no pide nada a cambio, sino que sólo quiere dar!

Mamá y papá, gracias por vuestro amor desinteresado hacia mí. Algunas personas dicen que el amor de padre es como montañas y el amor de madre es como lluvia primaveral. ¡El amor que me das está más allá de las palabras! Miles de palabras se pueden resumir en una frase: ¡Papá, mamá, te amo!

Espero

tener buena salud,

ser feliz cada día,

¡vivir cada vez más joven!

Ama a tu hija: Lulú.