Lo siguiente no está dentro del alcance de la autoeducación sobre ética profesional contable ().
En primer lugar, la formación profesional obligatoria. La profesión contable exige objetivamente que los contadores asuman la misión moral y la responsabilidad de su trabajo ante la sociedad y el país. El propósito de la autoeducación de los contadores es mejorar su comprensión de sus responsabilidades sociales, de modo que los contadores tengan un fuerte sentido de las obligaciones éticas profesionales y puedan desempeñar bien sus obligaciones éticas profesionales sin la presión de la opinión pública y la supervisión de otros.
En segundo lugar, educación con honores profesionales. Es a través de la práctica contable que los contadores se dan cuenta plenamente del importante estatus social y el verdadero valor profesional de sus trabajos en las actividades sociales y económicas, y así desarrollan gradualmente un sentido de gloria, orgullo y felicidad en sus trabajos.
En tercer lugar, la educación ética profesional. La integridad también se llama ambición e integridad. La integridad en la profesión contable significa no tener miedo a la presión, no dejarse tentar por las ganancias, ser honesto en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia, adherirse a las normas, ser honesto y autodisciplinado, estrictamente controlador, concienzudo e impecable.