¿Cómo llegó China a convertirse en una gran potencia como Japón?
Sin embargo, dejando de lado los conceptos nacionales, tenemos que decir que Japón, una nación que sabe imitar, sí tiene muchas cosas excelentes.
Japón y China son países vecinos. Japón ha estado aprendiendo de China desde hace mucho tiempo. Los enviados durante las dinastías Sui y Tang trajeron muchas culturas chinas excelentes a Japón, incluidas la arquitectura, la medicina y la política. En 646, basándose en lo que los enviados japoneses aprendieron en China, los japoneses llevaron a cabo una modernización y fortalecieron la centralización. La Reforma Dahua estableció un sistema de gestión avanzado para Japón en ese momento, que hizo que el entorno social de Japón fuera estable y su economía se desarrollara, sentando las bases para la prosperidad futura.
Reforma Dahua Esta reforma refleja bien las características de Japón de ser bueno imitando y aprendiendo. Pero su aprendizaje e imitación no es para copiar, sino para tomar verdaderamente la esencia y descartar la escoria, adaptarse a la cultura japonesa, integrarse en ella y convertirse en algo con características propias.
Se puede decir que el ascenso de Japón se debe en gran medida a esta característica de su nación. Y esto es de lo que China debe aprender. Sólo aprendiendo y extrayendo lecciones constantemente podrá China volverse más fuerte y más próspera. Y podemos aprender a evitar el conflicto entre la cultura extranjera y la cultura tradicional local, e integrar verdaderamente una excelente cultura extranjera con China. Esto es lo que China debe aprender hoy durante su reforma y apertura.
Japón siempre aprende de los fuertes. Cuando China quedó atrás del mundo debido a la política de puertas cerradas de la dinastía Qing, los ojos de Japón ya no se centraron en China, sino que ampliaron aún más su atención. Dirigieron su atención a las potencias europeas y enviaron estudiantes y funcionarios extranjeros a Europa para realizar inspecciones. Esto demuestra que Japón concede gran importancia a esto y que también tienen éxito. La posterior Restauración Meiji puso a Japón en el camino hacia el capitalismo y se convirtió en la única excepción para que las potencias europeas establecieran colonias en Asia.
Aquí debemos reflexionar sobre nosotros mismos. La política de puertas cerradas de la dinastía Qing nos ha enseñado profundas lecciones. ¿Son nuestras perspectivas demasiado estrechas en comparación con las de Japón? A medida que el mundo se desarrolla hoy, nuestros ojos deben y deben ver más lejos y con mayor claridad, y debemos estar en línea con el mundo en lugar de ser ciegamente arrogantes.
Deberíamos aprender de Japón, pero Japón no es aconsejable después de todo. Por ejemplo, su comportamiento agresivo hace que la gente se estremezca, y su "devolución de bondad con odio" a China nos hará daño aún más.
En resumen, el ascenso de China es inseparable del aprendizaje, de aprender de los demás, de sacar lo mejor de sí mismos y desechar sus desechos.