Comparación de objetivos educativos en jardines de infancia chinos y estadounidenses
Los estadounidenses conceden gran importancia a la independencia y la autosuficiencia de las personas. Dejar que los niños hagan cosas por sí mismos desde una edad temprana no sólo puede mejorar su independencia y su sensación de éxito, sino que también beneficia tanto a los niños como a los padres. Por lo tanto, antes de que los niños vayan al jardín de infantes, básicamente se atan los cordones de los zapatos, usan ropa, botones y cremalleras, se lavan la cara, se cepillan los dientes, se peinan, comen y van al baño. Los niños mayores pueden completar sus tareas de forma independiente.
2. Combinación de materias y arte:
Al estudiar en los Estados Unidos, descubrí que todas las materias se combinarán con el arte para aprovechar plenamente los intereses de aprendizaje de los niños. Durante el Festival de la Calabaza, los maestros traerán calabazas al salón de clases para explicar el origen de este festival; se presentará una obra de teatro el Día de Acción de Gracias para ayudar a los niños a profundizar su comprensión del festival cultural. Aún más interesante es que tanto los profesores como los niños van en pijama a la escuela y trabajan el día del pijama.
Mis hijos harán muchas manualidades en clase y mi hijo traerá muchas de sus manualidades durante las vacaciones.
3. Los niños son plenamente respetados;
Los maestros seguirán el concepto de "cada niño puede ser un futuro presidente", cuidarán y capacitarán plenamente a los niños y los respetarán plenamente. Por ejemplo, los estadounidenses prestan atención al tono y la forma en que les hablan a sus hijos. Cuando los niños hablan con los adultos, no solo tienen que escuchar atentamente, sino que a veces los adultos tienen que agacharse y hablar con los niños para hacerles sentir que los respetas y evitar que se sientan "inferiores".
Algunas personas piensan que los padres estadounidenses respetan demasiado a sus hijos, pero los hechos han demostrado que la mayoría de los niños que son muy respetados por sus padres son muy cooperativos con sus padres. Son amigables y educados, no se avergüenzan cuando hablan con adultos y tienen un fuerte sentido de autoindependencia. Los psicólogos infantiles creen que estas son buenas respuestas para que los niños obtengan el respeto que merecen.