La naturaleza del conflicto entre China y Estados Unidos
La administración Trump simboliza la sociedad estadounidense dominada por fuerzas de derecha, el nacionalismo y el proteccionismo comercial, y muestra al pueblo chino y estadounidense cómo estas tendencias socavan el desarrollo normal de las relaciones chino-estadounidenses. El nacionalismo y las tendencias antiglobalización en Estados Unidos exigen que Estados Unidos adopte una actitud dura hacia China e intensifique conflictos innecesarios.
Al mismo tiempo, el proceso de confrontación entre China y Estados Unidos ha asestado un duro golpe a las expectativas de los dos pueblos de un futuro mejor, haciendo que la idea de una "nueva Guerra Fría" " prevalente. En ausencia de * * * intereses estratégicos comunes entre China y Estados Unidos, la administración Trump no sólo no logró salvaguardar o incluso expandir los * * * intereses comunes entre China y Estados Unidos, sino que hizo todo lo contrario, enfatizando las ganancias insignificantes. Poner la contradicción entre China y Estados Unidos bajo el microscopio es exagerado.
También muestra que el nacionalismo y la antiglobalización sólo se centran en los intereses de corto plazo e ignoran el cálculo de los intereses de largo plazo. Entre ellos, lo que fácilmente se pasa por alto es el impacto que diversos comportamientos de confrontación durante el mandato de Trump tuvieron sobre el nacionalismo chino. Una vez que se aviva el nacionalismo, es difícil sofocarlo. Los nacionalistas estadounidenses y los partidarios de la antiglobalización acabarán descubriendo que sólo se están disparando a sí mismos.
2. Desde una perspectiva geopolítica, la geografía entre China y Estados Unidos es muy diferente de la hegemonía entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética estaba cerca de Europa, pero no había una "Cortina de Hierro" que dividiera a China y Estados Unidos en la región de Asia y el Pacífico. Los países del sudeste asiático son muy diferentes en política, cultura y religión, y son esencialmente diferentes de Europa en su conjunto.
Sumado al fuerte sentido de independencia de que el Sudeste Asiático no está controlado por China y Estados Unidos, ni China ni Estados Unidos pueden controlar la región, por lo que el Sudeste Asiático se ha convertido en una zona de amortiguamiento para China y Estados Unidos. conflictos. Además, Estados Unidos formó la OTAN mediante acuerdos multilaterales para luchar contra la Unión Soviética.
En Asia Oriental, los aliados de Asia Oriental están controlados a través del "sistema de ejes y radios", es decir, acuerdos de alianza firmados bilateralmente en lugar de multilateralmente. Los aliados de Estados Unidos en el este de Asia son independientes entre sí y les resulta difícil desempeñar el mismo papel de equilibrio que la OTAN.
Datos ampliados:
Los antecedentes del conflicto chino-estadounidense
Una conclusión obvia de las diferencias en los conceptos del orden internacional de posguerra es que este conflicto chino-estadounidense -La guerra comercial de Estados Unidos ha ido mucho más allá del comercio y evolucionó hasta convertirse en un conflicto a gran escala entre China y Estados Unidos. Coincidiendo con el 40º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos, las relaciones entre los dos países nunca han parecido más difíciles que hoy.
En las últimas décadas, incluso si ha habido conflictos o fricciones entre China y Estados Unidos, la clara división de intereses laborales de los dos países en la cadena industrial global básicamente ha mantenido las relaciones bilaterales en un nivel relativamente estado estable. Con el crecimiento y declive de la fuerza nacional de los dos países y los cambios en la situación internacional, este patrón está desapareciendo y los conflictos o tensiones se están convirtiendo en la nueva normalidad en las relaciones bilaterales.
Sin embargo, comprender la naturaleza de este conflicto y predecir su alcance y extensión no es fácil. En la actualidad, algunas discusiones se centran en el conflicto de civilizaciones y culturas, mientras que otras creen que el conflicto de ideologías devolverá las relaciones bilaterales a la era de la Guerra Fría y Estados Unidos está implementando una nueva estrategia para contener a China.
Algunas personas comparan la situación actual con el equilibrio de poder y la lucha por la hegemonía entre países antes de la Segunda Guerra Mundial. Aunque estas explicaciones son razonables, todas ignoran dos hechos básicos: primero, el conflicto entre China y Estados Unidos es una lucha de grandes poderes dentro del marco del orden y los principios liberales de la posguerra.
Este orden todavía juega un papel importante a la hora de limitar el comportamiento de las dos potencias más importantes del mundo, garantizando que los conflictos se limiten a ciertos límites. Es una fuente importante de seguridad y estabilidad globales. Por otro lado, este orden se enfrenta a crisis y desafíos sin precedentes. Su capacidad para frenar a las principales potencias está disminuyendo y la posibilidad de conflictos entre las principales potencias está aumentando.
Una explicación completa de la situación actual requiere tener en cuenta la interacción de ambos factores. El orden internacional de posguerra todavía limita los conflictos entre las principales potencias. En primer lugar, desde una perspectiva positiva, la salida de Gran Bretaña de la UE y la llegada de Trump al poder han planteado preocupaciones sobre el sistema internacional de posguerra. Sin embargo, a juzgar por la tendencia de desarrollo más de un año después, el sistema internacional de posguerra ha demostrado una fuerza vinculante muy fuerte.
La comunidad internacional ha mostrado un alto grado de consenso en temas como el libre comercio, las cuestiones climáticas y la gobernanza global. Las recientes medidas proteccionistas de Trump también cuentan con la clara oposición de todos los partidos.