La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos para el examen de postgrado - Contenido de texto Bailando con elefantes

Contenido de texto Bailando con elefantes

No te sorprendas, no te alarmes. El elefante hace la vista gorda ante la multitud (d encarnación). Te sacudirá sus grandes orejas como un abanico de hojas de espadaña y caminará a su manera sin prisas, luciendo pausado y tranquilo.

Filas de personas yacían en el suelo y los elefantes se movían lentamente entre la multitud. Encuentran cuidadosamente su equilibrio entre las personas. Cada vez que pasan, estiran sus gruesos pies, los acarician suavemente y, en ocasiones, los masajean con la nariz.

El elefante que se quitó los zapatos ignoró el grito de la mujer y rodeó a la multitud agitando los zapatos con su trompa, luego regresó con calma a la mujer y le devolvió los zapatos.

Ese enorme cuerpo, al arrodillarse y asentir, era tan elegante como el de un caballero educado (shēn).

El Elefante Danzante no se siente pesado en absoluto. Movían la cabeza al ritmo de la música, pesaban los pies y las piernas, movían el cuerpo hacia adelante y hacia atrás y agitaban sus largas narices en el aire.