Composición de amor del Festival del Medio Otoño. ¡800 palabras!
Tú eres mi rayo de sol en la mañana, que calienta mi corazón; eres mi primer rocío tenue, que nutre mis ramas secas; eres la primera fuente de mi vida, que riega mi corazón. ..
Cuando era un bebé hambriento, fuiste tú quien me convenció para dormir con tu cálido abrazo. Sé y recuerdo que la primera persona que vi cuando abrí los ojos fuiste tú. Así que nunca olvidaré tu apariencia. Me enseñaste a hablar y caminar cuando no podía caminar. Aún recuerdo que las primeras palabras que grité cuando pude hablar fueron "mamá", y el abrazo que te tiré cuando pude caminar fue el tuyo. Cuando todavía era analfabeto, fuiste tú quien me abrazó, me enseñaste a leer con un libro de muñecas y me enseñaste de la mano a dibujar "personajes" interesantes en papel. Todavía recuerdo que la portada de ese libro tenía la palabra "Madre", y la primera palabra que pude escribir fue la palabra "Madre" en "Mi Madre". Demasiado. Tengo recuerdos maravillosos de ti a lo largo del camino.
Cuando entré por la puerta de la escuela, tomaste mi mano para encontrarme con muchos niños. Conocí a una "tía" llamada "maestra" y a muchos niños lindos. Después supe que este edificio con muchos niños y profesores se llama "escuela". Estoy muy feliz, como un pájaro despreocupado que vuela libremente en el cielo azul. Y tú eres el vasto cielo azul...
Mientras crecía, fui travieso, tacaño y cometí muchos errores. Recuerdo claramente que fuiste tú quien me convenció y me educó. Estoy muy feliz de tener una madre tan maravillosa como tú. Conozco tus buenas intenciones. ¿No quieres tú también que yo crezca sana y feliz?
Lo que más me impresionó fue cuando cometí un error. Cuando cometo pequeños errores, tú me educas pacientemente y me dices qué está bien, qué está mal, qué debo y qué no debo hacer, y qué debo hacer en el futuro...
Recordatorio final : ¡No lo vuelvas a hacer! Cuando cometí un gran error, te llenaste de ira y me criticaste duramente. Aunque siempre pareces feroz cuando estás enojado, estoy muy agradecido por tus métodos educativos, que me indicaron la dirección correcta y evitaron que me extraviara.
¿Cómo podrían florecer mis hermosas flores sin ti? Sin ti, ¿cómo podrían crecer y germinar mis jóvenes semillas... En definitiva, te doy gracias, querida madre, por acompañarte en todo el camino!