¿Cuáles son las posibles razones del evento con premios abandonado más grande en la historia de la lotería deportiva china?
Pensé fríamente que la razón más probable era que se había perdido el billete de lotería. Como todos sabemos, los billetes de lotería son la única prueba para reclamar premios. No hay lotería, por lo que incluso si ganas, no recibirás el premio. Ya sabes, para cualquiera, un bono de más de 30 millones no es una cantidad pequeña. Nadie no estará dispuesto a recibir este bono, de lo contrario no comprará billetes de lotería. Entonces Leng Yan cree que la razón por la que este tipo no aceptó el premio puede ser porque perdió el billete de lotería. Quizás su esposa lo ayudó a lavar su ropa y no revisó los bolsillos, por eso lavó los billetes de lotería. Tal vez estaba borracho y se cayó, y el billete de lotería se cayó y se lo llevó el viento. Luego llovió y el billete de lotería se pudrió. Por supuesto, la segunda razón puede ser que el ganador sea muy prestigioso, es decir, la gente compra billetes de lotería únicamente por el bienestar público, no para ganar el premio, por lo que no lo aceptan incluso si ganan. Por supuesto, esta posibilidad es baja. Después de todo, a los ojos de la gente de ojos fríos, todo el mundo es inevitablemente vulgar. Nadie no ama el dinero a menos que no le falte dinero. Por lo tanto, es casi imposible que alguien alcance este nivel en la vida real, sin mencionar. que el ganador todavía vive en Shijiazhuang, provincia de Hebei.
En resumen, debería haber dos razones por las que los amigos que ganaron la lotería no recibieron sus premios. La primera razón puede ser que se perdió el billete de lotería y no había constancia de reclamar el gran premio, por lo que no fue a reclamar el premio. La segunda razón es que es posible que el amigo que compró el billete de lotería simplemente no quiera reclamar el premio. La gente puede comprar billetes de lotería únicamente por bienestar público. Por supuesto, además de estas dos razones, el amigo ganador puede ser simplemente una persona de gran corazón y olvidarse de ello inmediatamente después de comprar el billete de lotería, y luego no saber que ha ganado.