La última colección de textos de Ancient School Manor
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Guxiao Manor
Autor: Regreso al océano
Capítulo uno Mentiras involuntarias
p>Hora de actualización 2005-12-12 22:26:00 Número de palabras: 5425
En cierto campus universitario, se está organizando una broma en el dormitorio de los chicos.
Después de la última clase de historia de la mañana, corrí a la cafetería después de clase y tomé un buen asiento. ¡Ey!
Está bien tener una escuela, pero no está bien tener un comedor. Si llegas tarde no habrá asientos disponibles. En realidad, cada vez más personas conocen la escuela, al menos entre cinco y seis mil.
¡Gente! ¿Por qué no construir un comedor mejor y más grande?
Mientras pensaba en este problema, me tocó tirar. ¿Qué está pensando el chico? El profesor de la cafetería (todos le llamamos Maestro Gordo porque está demasiado gordo, pero es una persona muy agradable.
Nada mal). ¡Vaya! Jaja... ¡Hola, Maestro Gordo! Hazme una porción de cerdo al estilo de Sichuan, una porción de melón amargo y tres onzas de arroz. ¡Gracias a todos!
¿Por qué comiste tan poco hoy?
¡Sí, practico culturismo!
Encontré una mesa junto a la ventana y la bajé. Acabo de sacar un poco de carne de cerdo cocida dos veces para alimentarlo y no quiero ir al Templo de los Cinco Órganos Internos. Mis compañeros de la misma clase lo quitaron y vieron un gran trozo de carne.
Me duele caer al suelo.
¿Qué estás haciendo, chico? Está bien. No siempre asustes a la gente, ¿vale? ¿Qué puedo hacer por ti? Dímelo rápido. Todavía ceno.
¿No eres sólo un trozo de carne, chico? ¿Es útil? Tampoco retrasaré tu comida. Me gustaría que me ayudaran a resolver el siguiente problema. ¿Cómo es el examen de mañana? Por supuesto que no.
Estarás desaparecido.
Vaya, ¿no sabes leer? No tengo tiempo.
Así que tomé mi lonchera y salí de la cantina. Realmente no quiero comer nada. Llegué al pie de un gran árbol. Me puse el arroz restante en el estómago y me di la vuelta.
Vuelve al dormitorio, túmbate en la cama, mira al cielo...