¿Es necesario que los niños de tres años y medio tomen clases de inteligencia emocional?
Para decirlo sin rodeos, la inteligencia emocional está en todas partes. Existe en cada detalle de nuestras vidas. Cada vez que hablamos y nos comunicamos con los demás, en realidad se trata de inteligencia emocional.
Si la forma de hablar no es expresiva, entonces la misma frase tendrá un efecto de asombro.
Por ejemplo, mamá y papá regresan del trabajo uno tras otro, y papá llega primero a casa y juega en el sofá. Cuando mamá llega a casa, ¿qué tipo de expresión la hace más propensa a enojarse?
“Sé jugar tan pronto como vuelvo, pero después de un tiempo no sé cómo llevar a mis hijos a jugar”.
Mira a este tipo otra vez. :
“Bebé, papá está cansado del trabajo. Sí, dale una palmadita en la espalda y tráele un vaso de agua”.
Misma escena, diferentes expresiones, muy diferentes. efectos. En realidad, esto refleja lo que se llama inteligencia emocional.
Se trata de cómo hablar bien. Como padre, es comprensible que esté ansioso por amar a sus hijos, pero siempre que dé el ejemplo en la vida diaria, podrá brindarles una educación relativamente buena.
Los niños de tres años y medio se encuentran en un periodo crítico del desarrollo del lenguaje. En este momento, los padres pueden hacer todo lo posible para enseñar a sus hijos cómo tratar con los demás, de modo que sus hijos puedan seguir siendo influenciados por influencias sutiles.
A medida que pasa el tiempo, los niños aprenderán naturalmente a hablar al llevarse bien con los demás. La experiencia de vida de los padres es un tesoro escondido para sus hijos, que puede garantizar su crecimiento sano y feliz.