Todo lo que digas es lo que dices.
Si dos personas salen a comer, una debe tomar una decisión, por ejemplo
¿Quieres comer comida china o japonesa?
B: Depende de usted. (Tú decides, puedes comer lo que digas)
Si la otra parte te malinterpreta y no quieres explicar, podrías decir que eres quien dices ser, por ejemplo
Me robaste mi dinero
B: Lo que tú digas. La implicación es que no quiero defenderme. No me creerás de todos modos.