Cómo escribir un ensayo en el Día de la Mujer
La composición para el Día de la Mujer el 8 de marzo es la siguiente:
Querida madre: El tiempo vuela como el agua y han llegado tus vacaciones: "8 de marzo", Día Internacional de la Mujer. ¡Madre, en este momento, mi hija rezará silenciosamente por ti en su corazón y te deseará unas felices fiestas!
A menudo oigo decir a la gente: "Hay un gran libro en el mundo que nunca se puede leer hasta el final, y ese es el amor maternal". De hecho, el amor que me has dado es omnipresente e infinito. . Cada vez que llego a casa del colegio, siempre recibo vuestros cariñosos saludos; cada vez que termino un examen, siempre recibo vuestro ardiente aliento... Bañada en el cálido amor maternal, los días pasan, y crezco día a día, pero tú... Envejeciendo día a día.
Mirando hacia el pasado, tu rostro ha quedado grabado con las vicisitudes de la vida en la crueldad de los años. Es un recuerdo dejado por los años difíciles. Te esforzaste por criar a nuestras hermanas. Cuando piensa en el pasado, su madre siempre guarda silencio por un momento y luego habla sin cesar del pasado, de esos sufrimientos indescriptibles e inexplicables. La diferencia es que la madre de hoy siempre tiene una sonrisa en el rostro después de hablar del pasado, lo cual es señal de haber salido del apuro y estar satisfecha con su vida actual.
A medida que pasa el tiempo, los recuerdos de la infancia han desaparecido, pero tus sinceras enseñanzas siempre permanecen en mi mente. Siempre dices: "Yo sólo puedo ser un volante para ti. Si quieres tener éxito, sólo puedes confiar en ti mismo, por lo que debes aprender a ser independiente y encontrar el faro de la vida por ti mismo".
En el camino del crecimiento En cada parada, ante la pérdida de exámenes y la ruptura de amistades, me sentía aún más solo. Y siempre me iluminas con atención. : "'Todos los banquetes del mundo llegan a su fin'. Esta separación es para un mejor encuentro la próxima vez". Eres muy considerado y me haces entender que esta separación significa aprovechar mejor la alegría del reencuentro. Sin saberlo, el fuerte amor maternal ya ha penetrado en cada parte de mi vida. Usaste tus manos ordinarias para sostenerme un cielo azul.