Shanghái se enfrenta al desafío más grave desde la epidemia de COVID-19. ¿Cómo superar esta dificultad?
La neumonía por el nuevo coronavirus es invisible e intangible, pero tiene una gran capacidad de propagación. Precisamente por esta característica, la prevención y el control de las epidemias resultan particularmente difíciles. Una vez que estalla una epidemia, tendremos que trabajar diez y cien veces más para sofocarla.
Hay muchas infecciones asintomáticas en esta ronda de epidemia en Shanghai, y la edad promedio es de alrededor de 40 años. Las personas infectadas asintomáticas entran en contacto cada día con un gran número de personas, lo que también conduce a una rápida propagación del virus. Si quieres frenar la propagación del virus, debes hacer dos cosas.
En primer lugar, es crucial reducir el movimiento de personas y frenar la propagación del virus. Necesitamos contactar con el mundo exterior en nuestro trabajo y vida diarios. Es precisamente por esta situación que se dan oportunidades para la propagación del virus. Si queremos controlar rápidamente la epidemia de COVID-19, necesitamos reducir el movimiento de personas y aumentar los lugares de desinfección y protección personal.
Una vez que el flujo de personas disminuya, las cadenas y oportunidades de transmisión epidémica también disminuirán drásticamente. Incluso si hay una persona infectada, solo puede afectar el entorno circundante y no se transmitirá a otras personas a través del contacto con otras personas.
En segundo lugar, las pruebas de ácido nucleico de todos los empleados y la detección de pacientes infectados son sólo medidas temporales y no pueden implementarse a largo plazo. En el proceso de frenar el movimiento de personas, es necesario realizar pruebas de ácido nucleico a todo el personal de la zona. Dejemos que la labor de prevención de epidemias esté en primera línea y no podemos esperar a que el paciente se sienta incómodo antes de diagnosticar la enfermedad.
Las personas infectadas se pueden detectar mediante pruebas de ácido nucleico. De esta manera, la prevención y el control podrán llevarse a cabo de manera específica, reduciendo aún más el número de personas infectadas y logrando una victoria integral en la lucha contra la epidemia al mínimo costo.
Aunque la epidemia es invisible, nuestras medidas de prevención y control son efectivas. Cuando ocurre una epidemia, como persona común, además de protegerse personalmente, también debe cooperar activamente con el trabajo de prevención de epidemias.