Lo que un padre le dijo a su hija rebelde
Querida hija, como tus padres, lo sentimos mucho porque no tenemos un sistema perfecto para educar a nuestros hijos. También éramos padres primerizos y estábamos muy ansiosos. Espero que puedas entendernos, pero también estamos aprendiendo poco a poco y haciendo todo lo posible para que te gustemos como a tus padres.
Pero hijo, a medida que vas creciendo, tu mente poco a poco madura. Tienes tus propias opiniones y tu propia manera de hacer las cosas. Al principio, tus padres se sintieron muy aliviados y felices. Pero poco a poco descubrimos el problema. No sé cuando empezó. Cuando nos enfrentaste, tu temperamento se volvió cada vez más irritable y no estabas dispuesto a hablar más con nosotros. Cuando llegabas a casa, estabas aburrido en tu habitación y a menudo decías que había una brecha generacional entre tú y nosotros. También estamos tratando de ponernos al día con usted, pero ahora Internet se actualiza demasiado rápido y tenemos cosas más importantes que hacer.
Hija, nosotros también queremos conocerte, pero siempre usas una puerta para aislarnos de nuestro cuidado, e incluso consideras nuestro cuidado como una molestia, y nos sentimos muy tristes. Si hablas demasiado, te aburrirás; si hablas muy poco, no escucharás. Nuestro amor por ti nunca cambia. Hijo, siempre dices que no te entendemos y siempre quieres escapar de nosotros y trazar una línea clara con nosotros. Pero cada vez que tus padres intentan conocerte, te niegas a comunicarte con nosotros.
Mis padres también vivieron la adolescencia y los períodos rebeldes. También vinieron de tu época, por eso sabemos que la adolescencia está llena de vitalidad, y también entendemos que el período rebelde también se trata de no hacer nada. Toleramos lo que hiciste durante este período especial, pero eso no significa que no estemos tristes o decepcionados. Hijos, debéis creer que las únicas personas en las que podéis confiar y en quienes podéis confiar son vuestros padres. Puede contarnos sobre su dolor durante este período y lo entenderemos y lo ayudaremos a encontrar juntos una salida a esta situación. Llevarse bien es un estado de aprendizaje mutuo y ayuda mutua. Usamos muchos métodos incorrectos al educarlos y los corregiremos. Espero que cuando leas estas palabras, hija mía, puedas eliminar las barreras mentales entre nosotros y podamos volver a aprender a ser buenos padres.
En el camino del crecimiento en la vida, nadie es perfecto, todos aprenden lentamente y los padres no nacen padres. En la relación entre padres e hijos, ambas partes deben ser más pacientes entre sí, aprender unos de otros y crecer.