Experiencia de lectura "La lectura permite a los profesores conocer una mejor versión de sí mismos"
Primero, aprende a esperar y a esperar a que florezcan las flores.
En nuestra labor educativa nos encontraremos con todo tipo de niños, son como flores que crecen en el jardín. Los educadores somos como jardineros. Necesitamos prepararles un suelo fértil adecuado, explorar constantemente las reglas del crecimiento de las flores y cuidar cuidadosamente cada flor. Es natural que el jardín florezca aquí. Pero muchas veces, debido a diversas presiones del medio ambiente, no podemos esperar a que las flores florezcan e ignorar que cada flor tiene su propio período de floración. Como resultado, hubo un impulso inoportuno para alentar a los estudiantes a empeorar las cosas, y aparecieron varios fenómenos en nuestras aulas y campus. Después de leer este libro, comprendo profundamente la importancia de esperar la educación. Esperar en la educación y la enseñanza no es una pérdida de tiempo ni una inacción, sino un respeto a las leyes del desarrollo individual de los procesos cognitivos. Para educar a las personas, los educadores debemos aprender a esperar el período de floración de cada flor.
En segundo lugar, ¿qué debemos dejar a los estudiantes?
? Como educadores, ¿qué deberíamos dejar a nuestros estudiantes? Después de leer este libro, esta pregunta permaneció en mi mente durante mucho tiempo. Maestro, enséñame y resuelve mis dudas! Pero... creo que no es suficiente que un maestro simplemente les dé a los estudiantes progreso en el aprendizaje. Queremos darles a los estudiantes más crecimiento del alma y de la vida. Para ello debemos crear un ambiente armonioso y feliz en el aula. Las malas emociones no pueden entrar al aula, ni esas actitudes y valores de vida decadentes y perezosos pueden entrar al aula y no pueden transmitirse a los estudiantes. Debemos promover actitudes y valores de vida positivos y optimistas en el aula. Lo que espero es que mis estudiantes puedan valerse por sí mismos mediante un trabajo honesto, administrar sus familias, criar a sus hijos, disfrutar la vida, amar la vida y convertirse en ciudadanos calificados.
Los docentes sólo pueden enriquecer su vida y su mundo espiritual enriqueciendo su lectura continua, tomando la lectura como una forma de mejorar la calidad de vida, pensando en la lectura y creciendo en el pensamiento.