La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos educativos - Notas de lectura sobre el Dios de la cosecha (10)

Notas de lectura sobre el Dios de la cosecha (10)

Como muchos estudiantes de biología lamentan esta afirmación, el siglo XXI es el siglo de la biología. El tiempo ha entrado en el siglo XXI y la "genética inversa" utilizada por los pioneros de la biotecnología en el pasado se ha vuelto obsoleta. El rápido desarrollo del análisis del genoma ha allanado otro gran proyecto para la industria de la biotecnología y está destinado a convertirse en una "fuente de ganancias". Esta tecnología puede aportar a los científicos genes más útiles, pero al mismo tiempo, la inversión superará con creces el auge de la biotecnología de los años ochenta.

En 1999, con la nueva frontera de la ciencia, comenzó otra ola de auge de la biotecnología. El capital de riesgo está llegando a las nuevas empresas biotecnológicas emergentes. El análisis genómico ha provocado una fiebre de "acaparamiento de tierras" que ha envuelto el campo de la biotecnología agrícola, con vastos bienes inmuebles de propiedad intelectual esperando ser acaparados. Sin embargo, estas empresas, como Monsanto en los años 1980, crean nuevas variedades con sus nuevos genes "en lugar de producir efectos prácticos inmediatos, facilitan la expresión de la creatividad y amplían los límites de lo posible".

Sin embargo (descubrí que mis notas de lectura están llenas de palabras tan impactantes), la historia de Monsanto nos dice que

La biotecnología agrícola siempre ha sido "un enorme sistema de pagodas". sólo unas pocas empresas como Monsanto y Pioneer obtienen beneficios gracias a la suerte, los herbicidas o los bajos precios. ¿El análisis genómico repetirá los errores del pasado?

John Bedbrooke tuvo voz y voto en el asunto. Su experiencia trabajando con tomates genéticamente modificados en la empresa de biotecnología AGS le hizo darse cuenta de que "la agricultura, a pesar de su infinito encanto, no es un área de mejora tecnológica sutil". A menos que el nuevo gen sea de gran valor, nadie le prestará atención. Pero su fracaso en AGS no detuvo su exploración. Se unió a una empresa llamada Maxygen, una nueva empresa con "tecnología de mezcla de ADN". Aquí, como un químico, puede moldear genes para que realicen funciones específicas. Lo más importante es que puede sentarse en el laboratorio e investigar, dejando la tarea de producir semillas a otras empresas. Sólo necesita "dar vueltas alrededor del genoma". Era más como un comerciante de herramientas de la fiebre del oro de California que un verdadero buscador de oro. El primero hizo una fortuna durante la fiebre del oro, un éxito que esperaba poder replicar.

El fundador de Prodigene, John Howard, tenía otras ideas. En su opinión, si se quiere "utilizar el análisis del genoma para ganar dinero con las plantas", la manera es "convertir las plantas en fábricas farmacéuticas" y expulsar completamente a la agricultura del campo de la biotecnología. La idea de utilizar bacterias genéticamente modificadas para producir medicamentos no es nueva, pero alguna vez se consideró absurdo utilizar plantas para hacer lo mismo. Pero Howard y otros que trabajan en la tecnología no han podido demostrar si el enfoque puede reducir significativamente los costos de los medicamentos. También resulta difícil para las compañías farmacéuticas tomar la decisión de "plantar" sus valiosos medicamentos en tierras de cultivo. Pero para librarnos de las limitaciones económicas de la agricultura, este camino es probablemente el "camino más estable".

La posdata de "The Harvest God" es una de las mejores reseñas sobre el tema de los OGM que he visto en mi vida. Lo mejor de él es que no critica ningún punto de vista, sino que proporciona una perspectiva y un marco para discutir el tema.

El autor señala al principio por qué las opiniones y actitudes de las personas no son tan importantes. Lo que realmente importa es "¿Por qué piensan de esa manera?". El autor cree que la respuesta a esta pregunta ya no está. hechos y pruebas objetivos, pero “profundamente arraigados en la historia”. Las historias tienen el poder de cambiar la forma en que entendemos el mundo. Nos atraen algunas historias y de ahí en adelante sólo podemos llenar nuestra mente con las mismas historias.

Las personas que apoyan la modificación genética pueden sentirse atraídas por la leyenda del progreso y embriagadas por las historias de innovación en Silicon Valley. Los opositores pueden estar interesados ​​en historias arraigadas en orígenes ideológicos, como historias de grandes empresas que explotan a pequeños agricultores; historias de empresas sin escrúpulos que subvierten las regulaciones gubernamentales para llevar nuevos productos al mercado; historias de los infinitos riesgos potenciales de las nuevas tecnologías; A un nivel más profundo, está la antigua historia del inconsciente colectivo de la humanidad: la cautela de "ir más allá de los límites de lo que es razonable para la humanidad", el miedo a que la humanidad salga del reino de Dios.

No hay verdad ni falsedad en estas historias, también podemos llamarlas sesgadas.

Lo que el autor intenta hacer en este libro es despejar la niebla de la historia y obtener algunas lecciones útiles.

La primera lección es que la agricultura no es una industria de TI. Es más rebelde, menos controlable, más conservador, más testarudo y poco dispuesto a cambiar. Por encima de todo, necesitaba "la antigua virtud de la humildad y la paciencia". Si los científicos e inversores no tienen la humildad y la paciencia para hacerlo, en primer lugar no deberían estar expuestos a la biotecnología agrícola.

Al mismo tiempo, la mayoría de la gente tiene un doble rasero cuando se trata de tratar la biotecnología y las tecnologías agrícolas tradicionales, lo que hace que su miedo a la biotecnología y la coherencia lógica de abogar por controles especiales sean virtuales. La agricultura tradicional también entraña enormes riesgos ecológicos y para la salud, pero la gente hace la vista gorda. La verdadera fuente de este doble rasero es que la modificación artificial de la vida la devalúa y la biotecnología desconfía de la propiedad de materiales basados ​​en la vida. Según los autores, estos factores son, ante todo, perfiles de riesgo.

El autor también está disgustado con los esfuerzos de Monsanto por extraer el valor de la propiedad genética. Las ambiciones comerciales de Monsanto son quizás la fuerza impulsora más poderosa contra la biotecnología. El movimiento contra la biotecnología no siempre es destructivo. Al menos el movimiento obliga a las empresas e instituciones de investigación de los países en desarrollo a colaborar, compartir más herramientas y conocimientos y desarrollar con mayor urgencia productos genéticamente modificados que realmente beneficien a la humanidad.

Finalmente, el autor plantea dos esperanzas. En primer lugar, la biotecnología y la agricultura tradicional ya no recibirán un trato diferente y se prestará más atención al impacto de toda la agricultura. El segundo es "abolir el doble rasero de la información" lo antes posible. Espera "hacer de la ingeniería genética una ventana hacia algo más importante".

Aquí lo tienes resumido,