¿Cómo enseñar a golpear a un bebé de un año y medio?
1. Establecer reglas. Esto no será efectivo en uno o dos días, es mejor levantarse antes. Dígale que pegar no es bueno y que a las madres no les gusta pegar a los niños. Decirlo repetidamente y ser específico tendrá efecto. A los bebés de un año y medio les gusta pegar a los demás, por lo que es necesario educarlos, porque la conciencia de sí mismos del niño ha comenzado a brotar y puede expresar sus emociones golpeando a los demás si no se ajusta a sus sus propios deseos. Puede aliviar adecuadamente la condición del niño, utilizar otros métodos para aliviar la insatisfacción o contar una historia corta para inducir los golpes. Quizás el niño vaya aceptando poco a poco este estado y poco a poco deje de golpear a los demás para satisfacer sus propias necesidades.
2. Si encuentras que tu hijo se lleva bien con los demás o quiere algo, le pegarás. Usted debe tomar la iniciativa para interrumpir el comportamiento incorrecto y ayudar a su hijo a encontrar formas alternativas de expresar sus intenciones antes de golpear. Si tu hijo empieza a golpear, verá tu reacción. Muchas veces la intención es llamar la atención. Lo mejor es tomar un tratamiento con frío en este momento. Si lo encuentra aburrido, no lo hará la próxima vez. Pero si la persona golpeada reacciona más, aumentará su motivación para golpear a alguien la próxima vez. No castigues físicamente a los bebés. Cuando un bebé golpea a alguien, los padres no deben castigarlo golpeándolo. Lo mejor es dejar a un lado al bebé que llora y decirle que sus padres lo aman pero esperar hasta que llore antes de hablar con él.
3. Enseñar a los niños a expresarse correctamente. Al ver a niños expresar sus emociones golpeando a otros, los padres deben decirles rápidamente que esto está mal, en lugar de dejar que lo hagan y burlarse de ellos. Tal vez al principio el niño no pueda corregirlo a tiempo, pero a medida que aumenta el número de veces, siempre sabrá que esto está mal, lo que puede ayudar efectivamente al niño a deshacerse del hábito de golpear a los demás. Algunos padres piensan que es un muy mal comportamiento que sus hijos golpeen a otros todo el tiempo, por lo que educarán a sus hijos golpeándolos. Sin embargo, este comportamiento puede hacer que sus hijos sean más propensos a golpear a otros. Los padres deben dar ejemplo a sus hijos, tratar de evitar los azotes, ser razonables y darles la orientación adecuada para deshacerse del problema de los azotes.